CAPÍTULO
13
CÓMO RECIBIMOS NUESTRA BIBLIA
“Sécase la hierba, marchítase la flor; mas la
palabra del Dios nuestro _____________________ para ________________” (Isaías
40:8). “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras
_____ (nunca) pasarán” (Mateo 24:25). |
LA
BIBLIA BAJO ATAQUE
Atacada por Roma
Los
primeros cristianos sufrieron gran persecución bajo el gobierno del imperio
romano. El Apóstol Pablo y el Apóstol Pedro y muchos otros cristianos fueron
muertos durante el cruel reinado del emperador Nerón. Durante los primeros 300
años de la iglesia, una persecución siguió a otra persecución y muchos
creyentes fueron MARTIRIZADOS (fueron muertos por su fe en Jesucristo).
En el año
303 D.C. el emperador Diocleciano emitió un decreto real (EDICTO) que TODA
BIBLIA DEBÍA SER DESTRUIDA. Como resultado, muchas Biblias fueron quemadas y
muchos creyentes en la Biblia fueron muertos. Esta feroz embestida contra la
Biblia no duró mucho, porque el siguiente emperador fue Constantino quien
permitió la libertad religiosa y que incluso ordenó que fuesen hechas copias de
la Biblia.
Atacada por la Iglesia Católica
Durante
los siglos que siguieron, Satanás usó otro método para quitar la Biblia de las
manos del común de la gente. De alguna manera, este método fue aun más efectivo
que quemar Biblias. La Iglesia Católica Romana enseñó que el hombre común no
podía entender la Biblia y que los únicos que podían entender e interpretar la
Biblia eran los sacerdotes, los obispos y el Papa. Para el hombre común la
Biblia era un LIBRO CERRADO y él no tenía acceso a ella. Como resultado, la
mayoría de la gente IGNORABA por completo lo que la Biblia enseñaba realmente.
En 1229 D.C. el Concilio de la Iglesia en Toulouse prohibió efectivamente a los
laicos (la gente común; los que no
son sacerdotes u obispos) el uso de la Biblia. De modo que durante siglos la
Iglesia Católica Romana no quiso poner la Biblia en las manos del pueblo común.
Atacada por Infieles (Incrédulos)
En años
más recientes la Biblia ha estado bajo el ataque de incrédulos malvados. En el
capítulo anterior hemos visto cómo los incrédulos han atacado la Biblia con su
CRITICISMO. Este es otro de los métodos de Satanás de destruir la Biblia. En la
segunda parte del siglo 18 Voltaire, el francés incrédulo, dijo, “Tomó siglos establecer
el cristianismo, pero yo demostraré como un francés lo puede destruir en 50
años.” Luego, como escribió otro autor, “Tomó su pluma, la untó en la tinta de
la incredulidad y escribió en contra de Dios.” Voltaire estaba convencido que él
podía destruir el cristianismo y la Biblia. El creía que la gente llegaría a
estar tan iluminada que no creerían en Dios, ni en la Biblia ni en su necesidad
de la salvación por medio de Jesucristo.
Voltaire
murió en 1778. En su lecho de muerte dijo, “Desearía no haber nacido nunca.”
Luego, justo antes de morir, gritó, “Oh Cristo, oh Jesús, tengo que morir
abandonado por Dios y los hombres.” Su condición se había tornado tan terrible
que sus amigos infieles temían acercarse a su cama. Después de su muerte, su
enfermera dijo repetidas veces, “Ni por toda la riqueza de Europa quisiera ver
morir a otro incrédulo.” Desde la muerte de Voltaire, millones y millones de
Biblias en diferentes idiomas han inundado el mundo. Hoy día, la mayoría de la
gente de nuestro país tiene una copia de la Biblia, pero pocos tienen los
escritos de Voltaire. El ha muerto y se ha ido, pero la Biblia sigue viva. La
Palabra de Dios “___________ y P__________________ para siempre (1 Pedro 1:23).
Veinte años después de la muerte de Voltaire la Sociedad Bíblica Génova compró
su antigua casa y la usó para imprimir Biblias. Más tarde llegó a ser la sede
central de la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera.
Lo
siguiente, escrito por Dr. Payson ilustra la INDESTRUCTIBILIDAD del Libro de los
Libros:
Durante miles de años este volumen ha resistido no solo el paso del
tiempo, sino toda el antagonismo físico e intelectual del hombre: presuntos
amigos han tratado de corromperla y traicionarla; reyes y príncipes han
intentado tenazmente desterrarla del mundo; el poder civil y militar de las
naciones más grandes del mundo se han confabulado para destruirla; el fuego de
la persecución ha sido encendido para consumirla junto a con amigos; y en
muchas épocas las más horribles formas de muerte han sido las casi seguras
consecuencias de proporcionarle asilo ante la furia de sus enemigos. Aunque ha
sido mordazmente ridiculizada, groseramente tergiversada, resistida con más
encono y quemada con más frecuencia que cualquier otro libro, y quizás más que
todos los demás libros juntos, está tan lejos de sucumbir bajo los esfuerzos de
sus enemigos, que la probabilidad de su supervivencia hasta la consumación de
todas las cosas es ahora mayor que nunca. La lluvia ha descendido, las
inundaciones han venido, la tormenta ha arreciado y la ha golpeado, pero no ha
caído, porque está fundada sobre la roca. Como la zarza ardiente, ha sido
quemada pero no se ha consumido; todo esto es prueba suficiente, si no hubiera
otra, de que Aquel que habló desde la zarza es el Autor de la Biblia.
LA
BIBLIA TRADUCIDA
La Biblia en Griego
Bajo
Alejandro el Grande, los griegos conquistaron gran parte del mundo conocido (alrededor
del año 331 A.C.), y la lengua y cultura griegas se diseminaron a través del
imperio. Aún después de la conquista por los romanos, el lenguaje común a
través del mundo mediterráneo siguió siendo el griego. En todo lugar la gente
sabía hablar griego.
El Antiguo
Testamento fue escrito en lengua hebrea, pero muchos judíos que fueron
dispersados a través del imperio, ya no sabían hablar hebreo. Por lo cual había
una real necesidad de que la Biblia (el Antiguo Testamento) fuera traducida a
la lengua griega, para que la gente que en todo lugar hablaba griego pudiera
entenderla. Alrededor de 200 años antes de Cristo el Antiguo Testamento fue
traducido al idioma griego y esta traducción de la Biblia es llamada hoy la
Septuaginta (abreviada como LXX por los 70+ traductores que participaron en
este proyecto; este es un número redondo, pues la leyenda dice que hubieron 72
traductores). Que sepamos, esta fue la primera traducción de
La Biblia en Latín
Con el
paso de los años, la parte oriental del Imperio Romano continuó hablando
griego, pero la parte occidental del Imperio hablaba latín. Puesto que la gente
de occidente ya no hablaba griego, fue necesario que la Biblia se tradujera al
latín (el lenguaje que la gente entendía). La
traducción latina más famosa fue hecha por un hombre llamado Jerónimo en
el año 404 A.C. Jerónimo era un gran erudito que sabía griego y también hebreo
(que aprendió de rabinos judíos cuando estudió en Palestina). La Biblia que él
tradujo es llamada la Vulgata latina (Vulgata
significa “común”, porque fue traducida al lenguaje común del pueblo). La
traducción de la Vulgata Latina fue la Biblia oficial de la Iglesia Católica
Romana por los siguientes 1000 años.
La Biblia en Alemán
A
principios del siglo, 16 el gran reformador Martín Lutero dirigió en Alemania
el movimiento “regreso a la Biblia”, conocido como la Reforma. El creía que la
Biblia era la autoridad final en toda materia de fe (lo que creemos) y práctica
(como vivimos). Lutero creía que la
Biblia tenía que ser el libro para el pueblo y que debía usarse en la iglesia,
en la escuela y en el hogar. El quería tener una Biblia abierta para todos. La
mayoría de los alemanes no entendían latín, de modo que la Vulgata de Jerónimo
no les servía. De modo que Lutero trabajó arduamente en 1522 para traducir la
Biblia al idioma alemán. Lutero hizo un trabajo excelente y el pueblo alemán
tiene una gran deuda con este hombre de Dios que les dio la Biblia en su propio
idioma.
Martín
Lutero dijo lo siguiente sobre la Biblia:
No es un milagro pequeño cómo Dios preservó y protegió durante tanto
tiempo este Libro; porque el diablo y el mundo han sido sus arduos enemigos…no
perdamos la Biblia, sino leámosla y prediquémosla con diligencia, en el temor e
invocación de Dios… ¡Oh! Qué cosa tan grande y gloriosa es tener ante uno la
Palabra de Dios. (Seleccionado de “Conversaciones de Sobremesa
de Martín Lutero” traducido por William Hazlitt).
LA BIBLIA EN INGLÉS
Wycliffe
John
Wycliffe (conocido como “la estrella de la mañana de la Reforma”, nació
alrededor de 1324) fue la primera persona que tradujo la Biblia completa al
idioma inglés. Esto sucedió en 1382, más de cien años antes de que la Reforma
comenzara en Alemania. Wycliffe quería dar al pueblo de habla inglés la Biblia
en su propio idioma. El creía que era un Libro que debía ser estudiado por
TODOS LOS CRISTIANOS. El vio claramente que la Palabra de Dios era el
indispensable pan de vida y que debía ser vertido al idioma del pueblo y que debía
darse a conocer en todo lugar como las buenas nuevas de salvación de Dios. El
creía que el sentido llano de la Biblia podía ser percibido por simplemente
tomar el texto en forma literal. El creía que cada sílaba del Antiguo y Nuevo
Testamento era absolutamente cierta. “Si algún error parece encontrarse en
ellos, el error se debe a la ignorancia humana. No debemos creer nada que no se
encuentre en este libro y nada debe agregarse a sus enseñanzas” (Schaff, History of the Christian Church, Vol.
VI, p. 340).
Wycliffe
pensaba que privar de la Biblia al común del pueblo era un gran pecado. Debía
hacerse todo esfuerzo para dar a conocer las Escrituras en el idioma materno.
Los ingleses necesitaban tener la Biblia en inglés.
El tradujo
la Biblia de la Vulgata latina, no de los idiomas originales de hebreo (Antiguo
Testamento) y griego (Nuevo Testamento). El tradujo muy exactamente del latín,
pero si la traducción latina era deficiente o contenía errores, el problema se
transmitiría a la traducción inglesa. Esto no era error de Wycliffe, sino error
de la traducción que estaba usando. El Nuevo Testamento fue completado en 1382.
Gran parte del Antiguo Testamento fue hecho por su amigo Nicolás de Hereford,
pero Wycliffe también hizo parte del trabajo, terminándolo al menos un año
antes de su muerte en 1384.
Puesto que
la máquina de imprimir aún no había sido inventada y estas Biblias tenían que
ser copiadas a mano, hubo que invertir mucho tiempo y esfuerzo en su
producción. Algunas de estas copias eran de tamaño bolsillo y estaban
destinadas a la gente común y para el uso diario. Eran muy costosas, porque los
copistas demoraban meses en producir una copia. Las Biblias de Wycliffe eran
buscadas ansiosamente por gente espiritualmente hambrienta, pero pocos podían
darse el lujo de tener personalmente su propia copia. Algunas personas estaban
dispuestas a pagar grandes sumas para leer por una o dos horas las Escrituras.
Foxe cuenta que se pagó con una gran carretonada de heno el arriendo de solo el
Nuevo Testamento por una hora diaria. [Si la Biblia no estuviera disponible,
¿Cuánto estaríamos dispuestos a pagar para que nos prestaran la Biblia por solo
una hora diaria?] La Palabra de Dios era muy apreciada en aquellos días.
Wycliffe
murió de un ataque de parálisis en 1384. En 1414 fue prohibido leer la
Escrituras inglesas y los que eran sorprendidos leyendo la Biblia en inglés
podían perder sus tierras, sus posesiones y aun sus vidas. El Concilio de la
Iglesia de Constanza declaró que Wycliffe era un hereje y este pronunciamiento
se hizo después de que ya estaba muerto. El único crimen de Wycliffe era que él
quería poner la Biblia en las manos y en las mentes del pueblo inglés. En 1428,
más de 40 años después de su muerte, sus huesos fueron desenterrados y sus
restos fueron quemados y sus cenizas fueron lanzadas al río Severn. Por
supuesto que esto no molestó ni dañó a Wycliffe, porque cuando hicieron esto con
sus restos mortales, él estaba con el Señor (ver Filipenses 1:23 y 2 Corintios
5:8). Tal como las cenizas de Wycliffe fueron llevadas por el río al océano,
así también sus enseñanzas fueron dispersadas y difundidas por todo el mundo.
Muchas
copias de la Biblia de Wycliffe fueron confiscadas y quemadas y sin duda que
muchas perecieron por accidente y negligencia durante los siguientes 500 años.
Las 170 copias que han sobrevivido hasta este día, tienen que ser solo una
pequeña fracción del número total copiadas originalmente cuidadosa y
laboriosamente a mano.
Los
escritos de Juan Hus, el reformador bohemio, por los cuales fue acusado y
quemado en la hoguera, se deben en gran parte a traducciones y adaptaciones de
folletos, tratados y sermones de John Wycliffe.
En la
Dieta de Worms en 1521, Martín Lutero fue acusado de renovar los errores de
Wycliffe y Hus al hacer de las Escrituras su autoridad final. En la biblioteca
de Praga, Checoslovaquia, hay una tríada de medallones. El primer medallón
muestra la figura de Wycliffe sacando chispas de una piedra; el segundo
medallón muestra a Juan Hus encendiendo un fuego con las chispas; y el tercero
presenta a Lutero sosteniendo en alto una antorcha ardiendo. Estos medallones
cuentan en forma simbólica la historia de la Reforma como comenzó, continuó y
se cristalizó bajo la influencia de un inglés, un bohemio y un alemán.
En 1984
fue el aniversario 600 de la muerte de Wycliffe.
Tyndale
El
siguiente nombre importante que hemos de recordar en conexión con la Biblia en
inglés es William Tyndale, que nació en 1494. El ha sido llamado “el padre de
la Biblia en inglés.” El lugar de su nacimiento (Gloucestershire) era una
fortaleza Católica romana. Este lugar alardeaba de una de las reliquias más
valoradas de la Iglesia, una redoma que, decían, contenía algo de la verdadera
sangre de Cristo. Esta reliquia era tan estimada, que los sacerdotes decían a
los fieles que bastaba con que ellos la miraran para que se les concediese la
salvación eterna. Es lamentable que la gente confíe en estas inservibles reliquias
en vez de confiar en el Cristo vivo quien “P___________ S_____________
perpetuamente a los que por él se acercan a Dios” (Hebreos 7:25).
La
persecución en Inglaterra era tan grande que Tyndale tuvo que hacer su trabajo
de traducción en Alemania. El tradujo la Biblia del hebreo y griego original. Un
contemporáneo suyo escribió, “El (Tyndale) era tan versado en siete
idiomas—hebreo, griego, latín, italiano, español, inglés y francés—que
cualquiera de ellos que hablara, tú pensarías que es su lengua nativa.” El
también fue influenciado por la excelente traducción alemana de Martín Lutero.
Hizo un excelente trabajo, aunque no vivió lo suficiente como para completar
todo el Antiguo Testamento. La pasión del corazón de Tyndale era poner la
Biblia en el idioma del hombre común. En 1523 expresó esta carga de su corazón:
“que lo pobres también puedan ver y leer la simple y sencilla Palabra de Dios.”
En 1522 un erudito sacerdote católico romano le dijo, “es mejor estar sin la ley
de Dios que sin la del Papa.” [Qué lamentable que este sacerdote valorara más
las palabras del Papa que la Palabra de Dios.] Tyndale le contestó, “Si Dios me
concede vida, haré que antes de muchos años un muchacho que maneja el arado
sepa más de las Escrituras que tú.” Esta profecía se cumplió realmente, para
gloria y alabanza de Dios.
En 1524
Tyndale viajó a Alemania para nunca regresar a Inglaterra. Nunca se casó y
nunca tuvo un hogar. Amenazas contra su vida impidieron que regresara a su
amada patria. Tyndale pudo aprovechar una nueva tecnología conocida como la
imprenta, una ventaja que Wycliffe no tuvo. Su Biblia fue impresa en Alemania
en dos tamaños—una Biblia con letras grandes y una Biblia con letras pequeñas.
Tyndale pensaba que si los obispos católicos encontraban las grandes, él aún
podría esconder las chicas. Estas Biblias fueron llevadas de “contrabando” a
Inglaterra—en barriles cubiertos de géneros y otros artículos para la venta, en
fardos que parecían telas, en sacos de harina, en todas las maneras imaginables
para esconderlas. Grandes cantidades de estas Biblias llegaron a Inglaterra, pero
los obispos católicos pronto descubrieron que eran vendidas. Todos los puertos
fueron vigilados y muchos bultos con Biblias fueron descubiertos y quemados por
los oficiales. Sin embargo no pudieron encontrarlas todas ni quemarlas todas y
algunas de estas Biblias llegaron a la gente que realmente las quería leer.
Finalmente,
el obispo católico de Londres decidió comprar por medio de un comerciante en Alemania
todas las copias que habían sido impresas. Entonces ya no llegarían más Biblias
a través del canal. Lo que ignoraba, era que el mercader era un amigo de
Tyndale. Este amigo se dio cuenta que esta era una manera de ayudar a Tyndale.
En este momento, Tyndale necesitaba con urgencia dinero para pagar a sus
impresores por el trabajo que habían hecho y también para mandar a imprimir más
Biblias. El obispo católico pagó un muy buen precio por las Biblias, para poder
quemarlas todas. El obispo católico pensaba que una vez que quemara todas esas
Biblias, nunca más habría otra Biblia en inglés. Imaginen cómo se sentiría
cuando se dio cuenta que estaban llegando a Inglaterra más Biblias que nunca
antes y en tantas cantidades que los oficiales no podían contenerlas. Se sintió
especialmente impactado cuando supo que su propio dinero había sido usado para
imprimir estas Biblias.
Tyndale
anhelaba regresar a Inglaterra, su amada patria, pero él sabía que allá tenía
demasiados enemigos que querían matarlo, de modo que se quedó en Alemania. La
vida de Tyndale era un modelo de vida santa. Incluso Sir Tomás Moore, uno de
los aciagos enemigos de Tyndale, admitió lo siguiente sobre la vida de Tyndale:
“Fue un hombre de un buen y recto vivir, estudioso y muy versado en las
Escrituras y fue muy querido en diversos lugares de Inglaterra e hizo mucho
bien predicando…fue considerado un hombre de una vida sobria y honesta y se
veía y predicaba santamente.”
El Señor
Jesús fue traicionado por un hombre que se suponía era su amigo y lo mismo
sucedió a Tyndale. El “Judas” de Tyndale fue un hombre llamado Phillips, un
hombre en quien Tyndale confiaba, creyendo que era fiel y leal. Pero Phillips
era un espía enviado por el papa para atrapar a Tyndale. Un atardecer, cuando
Tyndale salió de su hogar para tomar aire fresco un grupo de hombres lo apresó,
lo ataron y lo llevaron a una oscura prisión.
En 1536
Tyndale fue estrangulado hasta morir y su cuerpo fue quemado. Murió a la
temprana edad de 42 años. Su gran crimen fue poner la Palabra de Dios en inglés
en las manos del mundo de habla inglesa. Pudieron encarcelar a Tyndale y
matarlo, pero “la Palabra de Dios no está presa” (2 Timoteo 2:9), y la obra de
toda de la vida de Tyndale, la Biblia que tradujo, no pudo matarse o
destruirse. Se dice que las últimas palabras que dijo fueron estas: “Señor,
abre los ojos del Rey de Inglaterra.” Menos de un año después del martirio de
Tyndale, una edición de toda la Biblia, basada mayormente en la obra de
Tyndale, pero sin su nombre, circulaba y era leída abiertamente en Inglaterra con
el permiso del rey, de modo que la oración de Tyndale, que dijo en sus últimos momentos, estaba siendo
contestada. Menos de cien años después, el Rey de Inglaterra, Jacobo I respaldó
y apoyó una nueva traducción (o revisión) de la Biblia que es conocida como la Biblia
King James. La influencia de Tyndale sobre la Biblia King James es importante,
puesto que gran parte de la versión King James (90%) está redactada tal como lo
había hecho Tyndale. La traducción de Tyndale está entretejida en la trama
misma de la versión King James. Nosotros, los que hablamos inglés, tenemos una
gran deuda con Tyndale y la obra que hizo aun a costa de su vida. Desde el
siglo dieciséis hasta el siglo veintiuno el muchacho campesino ha tenido la Palabra de Dios en
inglés.
En los
días de Tyndale la iglesia católica inglesa tenía en efecto una ley que
castigaba con pena de muerte el crimen de traducir la Biblia al inglés. Un
día, en 1519, las autoridades eclesiásticas quemaron públicamente a una mujer
y seis hombres por nada menos que enseñar a sus hijos la versión inglesa del
Padrenuestro, los Diez Mandamientos y el Credo Apostólico. |
¿Estás
agradecido por la Biblia que tienes en tus manos y por el precio que pagaron algunos
hombres para que pudieras tenerla?
Un suceso que contribuyó fuertemente en la
propagación de la Biblia fue la invención de la imprenta. Fue en 1455 que
Johannes Gutenberg imprimió su primera obra importante, una edición de la
Vulgata latina, que ahora es llamada la Biblia Mazarina. |
La Biblias Inglesas antes de la Versión King
James
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1) The
Coverdale Bible (la Biblia Coverdale)-(1535).
Esta fue la primera Biblia completa en inglés. Coverdale terminó la obre de
Tyndale.
2) The
Great Bible (La Biblia Grande)-(1539). Esta Biblia fue llamada “grande”
porque era un libro grande, para ser puesto en el atril o púlpito de la
iglesia. Esta fue la primera Biblia en inglés autorizada (autorizada significa que estaba aprobada por el rey y la iglesia
para ser usada en el culto público, de modo que llegó a ser la Biblia oficial
de la iglesia).
3) The Geneva
Bible (La Biblia Génova)-(1560). Esta fue una Biblia muy popular y fue
muy querida por el pueblo inglés. Era una excelente traducción. Esta Biblia
nunca fue autorizada para ser usada en la iglesia, pero fue usada ampliamente
en el hogar. Esta fue la Biblia de Shakespeare y de los Padres Peregrinos que
llegaron a América. También fue la Biblia de Cromwell (general y estadista
inglés). Fue la base de la Biblia del Soldado de Cromwell. También fue la
traducción que usó John Bunyan, el autor de El
Progreso del Peregrino. El Rey Jacobo no tenía una opinión favorable de
esta Biblia. El esperaba que su traducción la reemplazara. En la Biblia Génova
había una nota al margen en Éxodo 1:9 indicando que las parteras hebreas habían
hecho lo correcto al desobedecer las órdenes del rey de Egipto. Al Rey Jacobo,
que pensaba que era muy importante que todos obedecieran al rey, no le agradaba
esta nota marginal y estimaba que podía ser una amenaza política para su reino.
4) The
Bishop’s Bible (La Biblia del Obispo)—(1568). Esta fue la segunda
Biblia autorizada en inglés y fue la Biblia que se usó en las iglesias. Sin
embargo, esta Biblia nunca fue tan popular como la Geneva Bible. No era la
intención de que la Biblia King James fuera una nueva traducción, sino que
fuera una revisión de la Bishop’s Bible.
5) The
Rheims-Douay Bible (1582-1610). Esta fue la primera Biblia Católica
Romana traducida al inglés (traducida de la Vulgata Latina).
LA
VERSIÓN KING JAMES
El Rey
Jacobo I auspició un proyecto de traducción de la Biblia para tener otra Biblia
autorizada oficial para usar en las iglesias. El Rey quería que fuera una
revisión De la Bishop’s Bible, aunque los traductores usaron todas las Biblias
inglesas anteriores, como también el original griego y hebreo para hacer su
trabajo. En este proyecto trabajaron 47 eruditos y demoraron casi tres años en
completarlo. La Biblia autorizada King James fue publicada finalmente en 1611.
Al principio,
la Biblia Génova siguió siendo la más popular, pero gradualmente la gente
comenzó a usar cada vez más la versión King James. Muchos estarán de acuerdo en
que esta es la mejor traducción que se ha hecho en inglés y ha sido la Biblia
más popular y la más querida en el mundo de habla inglesa por más de 350 años.
Es realmente una obra maestra. La Biblia King James sigue siendo de uso común
en muchas iglesias creyentes en la Biblia hasta el día de hoy.
Traducciones Inglesas Modernas
En los
últimos cien años ha habido una gran cantidad de traducciones de la Biblia. Daremos
una lista de las más influyentes. Esta lista no significa que recomendamos o
aprobamos estas traducciones de la Biblia. Ver el Capítulo 4 que analiza
algunos de los problemas con las traducciones modernas. Estas traducciones
están mencionadas en orden cronológico: |
LA
BIBLIA EN ESPAÑOL
La Biblia Reina Valera
CASIODORO DE REINA
Casiodoro
de Reina (1520-1594) era natural de Montemolín, municipio de la provincia de
Badajoz.
Casiodoro había ingresado en el monasterio jerónimo
de San Isidoro del Campo en Sevilla; este convento se había transformado en un
foco del "luteranismo", hasta el punto de atraer sobre sí la
atención de la Inquisición. El Nuevo Testamento de Juan Pérez de Pineda y otras
obras protestantes, traídas de contrabando por el valeroso Julianillo
Hernández, eran el alimento cotidiano de los frailes de aquel convento.
Huida a Francfort
De
hecho, Casiodoro se había transformado en el guía espiritual de aquel lugar e
incluso del grupo seglar simpatizante de las doctrinas de la Reforma en la
ciudad de Sevilla. Pero ante la represión desatada que culmina con el auto de
fe de 1559, Casiodoro y otros compañeros, entre los que estará Cipriano de
Valera, huyen a Ginebra.
Sin
embargo, lo que ve en Ginebra no es de su agrado: la condena de Servet y la
rigidez imperante le llegan a hacer decir que Ginebra se ha convertido en una
nueva Roma, tras lo cual decide marcharse a Francfort, uniéndose a la iglesia
de habla francesa.
En Inglaterra
Cuando Isabel I asciende al trono de Inglaterra,
Casiodoro se encamina hacia allá, encontrándose a otros españoles que huyen de
la persecución en España y siendo elegido pastor de la congregación de habla
española. En 1562 solicita a la reina se les conceda el uso de una iglesia para
sus cultos, petición que será atendida, pues se les concede el uso de la
iglesia de Santa María de Hargs.
Traducción de la Biblia
Es
durante su estancia en Inglaterra que comienza su trabajo para la traducción de
la Biblia en lengua castellana, haciendo indagaciones incluso acerca de un
impresor dispuesto a asumir los riesgos de dicha empresa. Ante las
maquinaciones de Felipe II y las querellas de que es objeto en Inglaterra por
parte de los dirigentes de la congregación de habla francesa, Casiodoro vuelve
al continente a la ciudad de Amberes. Tras un breve período, vuelve otra vez a
la ciudad que le dio asilo cuando salió de España: Francfort.
Aquí
de nuevo reanuda sus trabajos sobre la traducción de la Biblia al castellano, terminando todo
el Antiguo Testamento en 1567. En Basilea traduce el Nuevo Testamento e imprime
la Biblia entera en 1569; se trata de la primera traducción de la Biblia al
castellano a partir del hebreo
y del griego. La
financiación de esta Biblia, llamada del Oso por el dibujo que en ella aparece,
fue posible, además de a su propio esfuerzo y dinero, al legado que le dejara
para este fin Juan Pérez
de Pineda, traductor de un Nuevo Testamento unos años antes, y a la ayuda
de sus amigos de Francfort. Precisamente esta ciudad le concede la ciudadanía
en 1573.
Legitimidad de la traducción
Decir
que Casiodoro de Reina es un convencido de la necesidad de que la Biblia esté
al alcance del pueblo, es decir una obviedad. Cuando sus enemigos aluden al
abuso que se puede cometer por el mal uso de las Escrituras en lengua
vernácula, Casiodoro replica que sería como si:
"El rey o el príncipe, que porque ay muchos que usan mal del pan,
del agua o del vino, del fuego, de la luz, y de las otras cosas necesarias a la
vida humana, o las prohibiese del todo, o hiciese del estanco de ellas que no
diesen si no muy caras, y con grande escasez."
Obra maestra
Doce
años, según él mismo nos dice le llevó terminar esta obra, para la cual hasta
un autor tan anti-protestante como Menéndez Pelayo tiene palabras de alabanza y
honor.
Autor peligroso
Casiodoro
murió en Francfort en 1594. La Inquisición lo quemó en efigie en el auto de fe
celebrado en Sevilla en 1562 y sus escritos fueron puestos en el Índice de
Libros Prohibidos.
La
versión Reina Valera ha tenido varias revisiones:
PREGUNTAS
1. |
Hoy día en América la Biblia no es muy cara y se pueden obtener
copias con facilidad y la gente no es perseguida por leerla. ¿Es valiosa y
preciosa la Biblia hoy para el común de la gente? ¿Por qué o por qué no? |
2. |
¿Hay en el día de hoy algunos países donde a la gente no
se les permite tener Biblias? |
3. |
¿Hay algunas personas hoy que no tienen la Biblia en su
propio lenguaje, porque nunca ha sido traducida a su lengua nativa? |
4. |
¿Debería una persona ser cuidadosa con su Biblia y con
cómo trata la Biblia? ¿Debería ser tratada con reverencia? ¿Debería ser
tratada como cualquier otro libro? |
5. |
¿Es posible que algún día se nos quite la libertad de
poseer y leer la Biblia? Si repentinamente todas las Biblias fuesen quitadas y
destruidas, ¿cuánto de la Palabra de Dios hemos guardado en nuestras mentes y
corazones? |
“Siglos sigue a siglo—Allí
permanece.
Imperios suben y caen y son
olvidados—Allí permanece.
Reyes son coronados y destronados—Allí
permanece.
Predomina, supera, sobrepasa,
sobresale, excede y sobrevive a todos los demás libros.
Confía en ella, ámala, obedécela y
la vida eterna será tuya.”
-Dr. A. Z. Conrad
La Biblia permanece
y nosotros creemos en ella.