CAPÍTULO  4

 

 

TRADUCCIONES DE LA BIBLIA

 

 

El Antiguo Testamento fue escrito originalmente en hebreo. Así se ve Génesis 1:1 (el hebreo se lee de derecha a izquierda):

 

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El Nuevo Testamento fue escrito originalmente en griego. Así se ve Juan 1:1 (el griego se lee de izquierda a derecha, igual que el español):

                                      

¿Era necesario traducir la Biblia al idioma español? Si una persona tiene suficiente conocimiento de hebreo y griego, puede que no necesite una traducción, pero la mayoría de nosotros estamos agradecidos por una clara y exacta y confiable traducción al idioma español:

 

 

Génesis 1:1

 

“En el principio creó Dios los cielos y la tierra”

 

 

Juan 1:1

 

“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios”

 

 

Ninguna traducción de la Biblia es perfecta. Los traductores, aunque a veces eran hombres brillantes y temerosos de Dios, sin embargo eran meros hombres con sus flaquezas y limitaciones e ignorancia. Era una tarea muy difícil para los traductores encontrar la palabra precisa en español para dar el significado exacto del hebreo o griego, pero los buenos traductores podían comunicar con mucha fidelidad el sentido del texto original.

 

Ilustración: Piensa en una balanza que se usa para medir el peso de una persona. Ninguna balanza es absolutamente perfecta. El peso que la balanza muestra es muy rara vez idéntico al peso exacto de la persona. La balanza puede indicar que la persona pesa 153.5 libras, pero su peso exacto puede ser de 153.562 libras. Estamos de acuerdo en que esta balanza dio un peso muy exacto y que la imprecisión en el peso no molestaría a la mayoría de la gente. Otra balanza puede ser muy imprecisa y puede mostrar que la persona pesa 164 libras, y si esa persona quería perder peso, él (o ella) no estará muy contento con esta balanza. Deseará una medida más exacta. Así es con las traducciones de la Biblia. Ninguna traducción es perfecta. Las Escrituras originales griegas y hebreas fueron redactadas por hombres santos de Dios como fueron movidos por el Espíritu Santo (comparar 2 Pedro 1:21). Estos escritos originales eran absolutamente perfectos. Algunas traducciones son muy precisas y reflejan muy bien el texto griego y hebreo. Otras traducciones son menos precisas y en algunos casos y en ciertos versículos entregan una versión pobre de las Escrituras griegas y hebreas.

 

Supongamos que un predicador fuera a un país extranjero y hablara a un grupo de personas con la ayuda de un intérprete. ¿Crees que las palabras del intérprete comunicarían el significado exacto que tenía en mente el predicador o se perdería algo del significado por causa del intérprete? Seguramente dependería de la habilidad del intérprete.

 

 

 

 

Dios ha preservado Su Palabra de manera asombrosa. Hay más de 6000 manuscritos del Nuevo Testamento griego (cada manuscrito contiene al menos parte del Nuevo Testamento y algunos manuscritos contienen todo el Nuevo Testamento). Geisler y Nix lo explican de esta manera:

 

Los escritos clásicos de Roma y Grecia ilustran de manera impresionante la preservación d e los manuscritos bíblicos. Según conocimiento actual, se han conservado más de 5000 manuscritos del Nuevo Testamento, ante lo cual palidece el significado de lo que se conserva de otros libros religiosos e históricos del mundo antiguo. Han sobrevivido solo 643 copias manuscritas de la Iliada de Homero. De La Historia de Roma de Tito Livio solo 20 manuscritos y las Guerras Gálicas de César son conocidas solo 9 o 10 manuscritos. De la Guerra del Peloponeso de Tucídides solo quedan 8 manuscritos y de las obras de Tácito solo se encuentran2 manuscritos (From god to us – How we got our Bible [De Dios a nosotros – Cómo recibimos nuestra Biblia] por Norman L. Geisler y William E. Nix, p.139).

 

 

La calidad y precisión de una traducción depende de los traductores. Si los traductores son hombres temerosos de Dios que aman la Biblia (Salmo 119:97), que reverencian y respetan la Biblia (Isaías 66:2), que creen que la Biblia ha sido divinamente inspirada (2 Timoteo 3:16), que conocen al Cristo de la Biblia de manera personal, y que son entendidos en el idioma original, ENTONCES deberíamos esperar tener una traducción que honra a Dios y que es fiel a la Palabra de Dios según el idioma original. Por otra parte, si los traductores no creen en la Biblia y rechazan algunas de las grandes verdades de la Biblia (el nacimiento virginal, la deidad de Cristo, etc.) y si no tienen una relación personal con el Cristo de la Biblia, ENTONCES eso se reflejará ciertamente en su traducción.

 

Una Traducción Excelente

 

La versión Reina Valera 1960 es una muy buena traducción. Es una traducción palabra por palabra basada en el original hebreo del Antiguo Testamento y en el original griego del Nuevo Testamento. Los estudios bíblicos que se encuentran en esta página web están todos basados en esta excelente traducción.

 

EL PROBLEMA DE LAS BIBLIAS PARAFRASEADAS MODERNAS

 

Hay una gran diferencia entre una traducción meticulosa de la Biblia y una paráfrasis de la Biblia. La versión Reina-Valera 1960 toma el griego y hebreo original y trata de encontrar la palabra en español que comunique mejor el mismo significado. Toma la Palabra de Dios en el idioma original y la traduce al idioma español con la mayor exactitud posible.

 

Cuando una persona toma un versículo de las Escrituras y lo pone en SUS PROPIAS PALABRAS, está parafraseando. Obviamente, cuando se trata de escoger una Biblia, no queremos la PALABRA DE HOMBRES; queremos la PALABRA DE DIOS.

 

Los abogados son extremadamente meticulosos con sus palabras al redactar los contratos para que no haya dudas en cuanto al significado. Nunca permitirían que alguien parafraseara sus contratos escritos con mucha precisión y se negarían a agregar o quitar una palabra de esos importantes documentos. Así también Dios nos ha dado algunas serias advertencias sobre los que alteran Su Palabra (ver Apocalipsis 22:18-19; Deuteronomio 4:2; Proverbios 30:5-6).


BIBLIAS DE GÉNERO NEUTRO

 

 El feminismo radical que ha infiltrado nuestra sociedad de tantas maneras, ahora está torciendo y corrompiendo y cambiando la Santa Palabra de Dios (comparar 2 Pedro 3:16). Esta errónea  filosofía incluso está comenzando a influenciar las traducciones de la Biblia.

 

A esta gente no le agrada referirse a Dios usando pronombres masculinos como “él”. En vez de llamar a Dios nuestro “Padre Celestial,” ellos prefieren llamarlo nuestro “Padre-madre Dios.”

 

La Biblia dice, “amamos a los hermanos” (1 Juan 3:14), pero ellos lo traducirían como, “amamos a nuestros hermanos y hermanas.” El problema es que la palabra “hermanas” no se encuentra en el texto original griego.

 

 A veces cambian la palabra “hombres” por “gente”.

 

Ellos tratan de deshacerse de las referencias masculinas de la Biblia y la hacen de género neutro. Pero Dios nunca dijo a los traductores de la Biblia que hicieran esto. La tarea del traductor es traducir fiel y exactamente la Palabra de Dios. Su tarea no es cambiar la Biblia y tratar de hacerla políticamente correcta. Debemos dejar que la Biblia diga exactamente lo que dice y nunca cambiarla.

 

Piensa en un heraldo de los tiempos antiguos que debía entregar el mensaje del rey. El rey le daba el mensaje y él iba a una ciudad para entregar el mensaje. Nunca se le ocurriría tratar de cambiar el mensaje. Nunca le agregaría algo ni le quitaría algo (ver Apocalipsis 22:18-19). Su tarea era comunicar el mensaje del rey exactamente como el rey se lo había dado. Su tarea no era cambiar el mensaje.

 

LA MEJOR TRADUCCIÓN DE TODAS

 

Tú eres la única Biblia que alguna gente leerá (2 Corintios 3:2-3). “Yo soy la Biblia de mi prójimo, él me lee cuando nos vemos; hoy me lee en mi hogar, mañana me lee en la calle. El puede ser pariente o amigo o simplemente un conocido. Quizás ni conoce mi nombre, pero me está leyendo.” Cuando la gente te lee, ¿lee una buena y fiel traducción? ¿Estás VIVIENDO lo que lees? Si es así, cuando los demás leen tu vida, recibirán una buena idea de lo que dice la Biblia realmente.

 

 

A menudo escuchamos que se alaban varias versiones de la Escrituras por excelencias reales o imaginarias, por la fidelidad de la traducción o por la adaptación  de la materia e incluso por el estilo literario. En nuestra opinión, la mejor versión de la Biblia es el hombre o la mujer que no vive solo de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios y en el poder del Espíritu Santo. Es vano y necio que un hombre hable de la sublime poesía de Job o de los Salmos y nunca ha sentido el aliento de la vara y del cayado en el valle de la sombra de muerte, o que haya oído la voz de Dios hablando desde el torbellino cuando todo ha sido arrancado, menos la fe en el Señor de los ejércitos. No es más que necia habladuría elogiar el Sermón del Monte a menos que estas palabras se hayan hecho espíritu y vida en la experiencia personal. Permite que el Espíritu de Dios se exprese de tal modo en tu vida que cuando los pecadores te lean, sea como el mensaje del Salvador al acusador hipócrita de la mujer pecadora—convicción profunda y punzante embargará su alma. O que todos fuésemos cartas vivas, escritas por el Espíritu santo y leídas por todos los hombres.

 

--Florida Christian Advocate

 

 

Los hombres leen y admiran el Evangelio de Cristo

Con su amor tan fiel y verdadero.

Pero, ¿qué dicen y qué piensan

Del Evangelio de acuerdo contigo?

Cada día escribes una carta a los hombres-

Cuida de que lo que escribes sea cierto;

Es el único evangelio que algunos leerán,

Ese Evangelio según tú.

 

 

 

Nunca dejemos de apreciar y valorar la Biblia que tenemos en nuestras manos. Como aprenderemos en el capítulo 13 (“Cómo Llegamos a tener nuestra Biblia”), hubo hombres que sufrieron mucho e incluso dieron sus vidas para que pudiéramos tener las Escrituras traducidas a nuestro idioma común. La Palabra de Dios debería ser muy, muy preciosa para nosotros.