La Dificultad de
Hacer Predicciones Precisas
Una
Evidencia de la Inspiración Divina de las Escrituras
I. La
Exactitud de las Predicciones de Dios
Dios
conoce el fin desde el principio (Isaías 46:10). ÉL tiene un conocimiento completo
de todos los eventos futuros. Esperamos, por lo tanto, que todas las
predicciones de Dios son totalmente exactas y que sucederán tal como fueron
predichas.
Aquí hay
algunos ejemplos de las predicciones de Dios y de su exacto cumplimiento:
1) Dios
predijo que el templo de Jerusalén sería destruido totalmente (Mateo 24:2).
Como 40 años más tarde esto se cumplió literalmente cuando los romanos
destruyeron el templo bajo Tito.
2) Dios le
predijo a Abraham que sus descendientes serían esclavos en un país ajeno
durante 400 años (Génesis 15:13). Varias generaciones más tarde, después de la
muerte de José, esto se cumplió literalmente (Éxodo 1).
3) Dios
predijo por medio de Daniel los futuros imperios de Persia, Grecia y Roma
(Daniel 2, Daniel 7, etc.) con tal exactitud, que eruditos incrédulos han
insistido en que el libro de Daniel tiene que haber sido escrito en un tiempo
muy posterior, porque nadie que viviera en los días de Daniel podría haber
sabido acerca de esos futuros imperios.
4) En 1
Reyes 13:2 Dios predijo que del linaje de David nacería un hombre llamado
Josías. El libro de 1 Reyes fue escrito tres siglos antes del nacimiento de
Josías.
5) En
Isaías 44:28 y 45:1 Dios predice que aparecería en escena un futuro rey persa
llamado Ciro. Sin embargo, Isaías escribió esto más de cien años antes de que
Ciro naciera. Esta es una de las razones por la que eruditos incrédulos
insisten en que Isaías no pudo haber escrito estos capítulos, porque nadie en
los días de Isaías podría haber sabido de este futuro gobernante. Pero Dios
sabe.
Se podrían
nombrar innumerables otros ejemplos de profecías cumplidas, incluso todas las
profecías acerca de la primera venida del Señor Jesucristo, que se cumplieron
literalmente. Por ejemplo, Miqueas, que escribió 700 años antes de Su
nacimiento, predijo que el Rey de Dios nacería en un pueblo insignificante
llamado Belén (Miqueas 5:2). Esto sería similar a que un hombre que vivió 200
años antes de Colón predijera en qué ciudad nacería el presidente Bush.
En Resumen: Las
Escrituras contienen predicciones de acontecimientos futuros dichas mucho
tiempo antes de que sucedieran, acontecimientos que la mera sagacidad o
pronóstico humano no podrían haber anticipado. Estas predicciones son tan
detalladas, minuciosas y específicas que excluyen la posibilidad de que sean
meras coincidencias. La única explicación razonable es que las predicciones
vienen de Dios, que conoce todos los acontecimientos futuros y que nunca se
equivoca en sus predicciones.
[Nota: La prueba de un falso profeta era muy sencilla.
Si sus predicciones no se cumplían, entonces no hablaba de parte de Dios y era
digno de muerte—ver Deuteronomio 18:20-22].
II. La
Obvia Inexactitud de las Predicciones Humanas
¿Cuán exacto
es el hombre para predecir el futuro? Haremos una prueba para demostrar que el
hombre, sin la ayuda de Dios, realmente no tiene idea de lo que depara el
futuro.
En 1970
(hace más de 30 años) un creyente en Cristo, Salem Kirban escribió un libro llamado
Yo Pronostico. En la tapa del libro dice, “Los próximos diez años
serán testigos de eventos que hoy parecen INCREIBLES –sin embrago son eventos
que sucederán.” Luego el autor ofrece numerosas predicciones de lo que él
piensa que ocurrirá en el futuro cercano (dentro de los próximos diez años o
algo así).
Antes de
dar algunos ejemplos de sus predicciones, es necesario entender lo siguiente:
1) Salem Kirban no era un psíquico alocado o un contemplador de bola de
cristal. El no afirmó ser un profeta, ni un visionario, ni tener algún mensaje
especial. 2) El era un estudiante serio de las profecías que entendía
correctamente la Biblia (era premilenarista y pretribulacionista, etc.). 3) El
estudiaba los acontecimientos en curso examinando miles y miles de artículos en
diarios y revistas para entender lo que estaba sucediendo en el mundo. 4) El
reconoció y dijo claramente que sus predicciones no eran como las predicciones
de la Biblia y que no estaban inspiradas por Dios. Dijo que sus predicciones
“se basaban en el juicio humano y que podían o no podían cumplirse.”
Teniendo
en cuenta estas cosas, consideremos algunas de sus predicciones. Recuerde que
estas fueron hechas en 1970, teniendo en vista lo que él pensaba que sucedería
en los próximos diez años (lo que habría sido alrededor de 1970 a 1980 más o
menos).
Nótese que
algunas predicciones de Kirban se han cumplido. Por ejemplo: “China
desarrollará capacidad nuclear, incluso con un moderno sistema de lanzamiento.”
[Debido a algunos fracasos de la seguridad nacional, esta tecnología, lamentablemente,
fue transferida a China durante los años de Clinton.]
Resumen: Salem Kirban, un
estudiante de la profecía y de los sucesos actuales, trató de predecir cómo
sería el mundo dentro de diez años. Treinta años después, podemos volver a esas
predicciones y ver que la mayoría de esas predicciones eran totalmente
inexactas. Esto sirve para ilustrar el hecho de que el hombre, por sí mismo, es
absolutamente incapaz de predecir eventos futuros.
Conclusión:
La Biblia predice eventos, no diez años, sino cientos de años antes de que se
cumplan y su cumplimiento es preciso y exacto. Puesto que el hombre, sin la
ayuda de Dios, no tiene idea del futuro, tenemos que concluir que los
escritores de la Biblia fueron inspirados por Dios (2 Timoteo 6:16 y 2 Pedro
1:21).
Nota
interesante: A principios del siglo veinte, estudiantes
creyentes de la Biblia predijeron que Israel llegaría a ser una nación. [Para
documentarse ver artículos en la revista Our
Hope de 1909-1912, editor Arno Gaebelein]. Dijeron esto en un tiempo en que
no existía la nación de Israel y no había indicios de que ese estado llegara a
ser una realidad. Pero hicieron esta predicción basados en las Escrituras,
y así sucedió. Cuando hacemos predicciones basados en las claras afirmaciones
de la Biblia, vamos a la segura. Cuando vamos más allá de lo que dice la
Biblia, eso es mera especulación humana y, por lo general, el tiempo comprobará
nuestro error.