ADORNANDO EN TODO LA DOCTRINA DE
DIOS NUESTRO SALVADOR

 

Tito Capítulo 2

 

 

Las Instrucciones de Pablo a Tito

 

Tito 2:1

 

“Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina”

 

Pablo instruye a Tito que en cuanto a su obra pastoral, a hablar lo que está de acuerdo con la sana doctrina, o sana enseñanza. Esta palabra “sana” se usa en 1 Timoteo 1:10; 6:3; 2 Timoteo 1:13; 4:3; Tito  1:9,13; 2:2. También se usa en Lucas 5:31 y 3 Juan 2 donde el significado es claro: estar bien, saludable, bienestar físico. La verdad de Dios y la enseñanza de Dios, cuando es creída y obedecida, produce sanidad y bienestar del alma. A menudo hablamos de la necesidad de ser “creyentes sanos”—es decir, tener salud espiritual que viene al caminar con Dios y al conformar nuestras vidas a Su voluntad y a Su Palabra.

 

¿Cómo podemos esperar tener impacto sobre nuestra ciudad, nuestro estado, nuestro país y nuestro mundo si nosotros mismos no estamos disfrutando de la perfecta paz y salud (la paz de Isaías 26:3) que Dios provee para quienes confían en ÉL? La aridez y pobreza del alma harán definitivamente difícil alcanzar a otros. El creyente sano por el contrario, es descrito en Juan 7:38- “de su interior correrán ríos de agua viva.” ¡Que tal corriente brote de nosotros!

 

Pablo instruyó a Tito (en Tito capítulo 2) que comunique la sana doctrina a cinco grupos

diferentes: los ancianos (v.2), las ancianas (v.3-4), las mujeres jóvenes (v.4-5), los varones jóvenes (v.6-8), y los siervos (v.9-10).

 

 

Los Ancianos

 

(versículo 2)

 

Los varones (ancianos) mayores deben ser sobrios (cuerdos, sensatos), serios (dignos de respeto y honor, serios pero no sombríos, reverentes), prudentes (discretos, moderados, cautelosos, considerados, equilibrados). Estos ancianos debían ser SANOS en tres aspectos: 1) sanos en la fe (¿Cuán sana es tu fe?); 2) sanos en el amor (¿Cuán sano es tu amor?) 3) sanos en la paciencia (soportando las pruebas y adversidades de la vida con tranquila serenidad). ¿Cuán espiritualmente sano y resistente eres cuando te ves enfrentado a las turbulentas y amargas aflicciones de la vida?

 

 

Las Ancianas

 

(versículos

 3-4)

 

Las ancianas deben ser reverentes en su porte (comportarse como personas santas, de conducta santa, de proceder reverente, no mujeres veleidosas cuyos corazones están centrados en cosas frívolas), no calumniadoras (esto es en verdad la palabra “diablo”— Las mujeres mayores no deben andar por ahí como pequeños “diablos” lanzando falsas acusaciones y recriminaciones y meterse en chismes maliciosos), no esclavas del vino (en realidad, no estar esclavizadas por ningún alimento, bebida o medicina).

 

Las ancianas deben ser “maestras de buenas cosas.” Estas mujeres son mayores. Ellas han aprendido muchas cosas por experiencia (“la escuela de los duros golpes”) y deberían poder enseñar y beneficiar a otros de lo que ellas han aprendido a lo largo de los años. Su ministerio de enseñanza debe estar dirigido especialmente a las mujeres jóvenes. Los años que han pasado en la Palabra de Dios y lo que han aprendido por experiencia práctica capacitan a estas ancianas a transmitir valiosos consejos a mujeres jóvenes, esposas jóvenes y madres jóvenes. [Principio General—Toda persona joven sabia cultivará la amistad con creyentes piadosos mayores y solicitará su consejo y corrección.]

 

Lo que las ancianas deben enseñar a las mujeres jóvenes se encuentra en la siguiente sección:

 

 

Las mujeres jóvenes

 

(versículos

 4-5)

 

 

Las ancianas deben enseñar (aconsejar, instruir) a las mujeres jóvenes lo siguiente: 1) amar (phileo) a sus maridos (no es cosa de enamorarse, sino es cosa de APRENDER a AMAR). “Esto incluye las miles de maneras en que ella puede mostrar que ella realmente lo respeta—reconociendo su puesto como cabeza del hogar, no tomando decisiones importantes sin él, manteniendo un hogar ordenado, poniendo cuidado a su presentación personal, por vivir dentro de sus posibilidades, confesando con prontitud, perdonando con gentileza, cuidando que las líneas de comunicación permanezcan siempre abiertas, evitar criticar o contradecir a su esposo frente a otros y prestando su apoyo cuando las cosas no van bien” (W. MacDonald); 2) amar (phileo) a sus hijos: “leyendo y orando con ellos, estar en casa cuando ellos vuelven de la escuela o de los juegos, disciplinando con firmeza y justicia, y formándoles para el servicio del Señor y no para el del mundo” (W. MacDonald); 3) ser prudentes (discretas, sobrias, con auto-control, sensatas); 4) castas (puras, fieles a sus maridos, evitando impureza de pensamiento, palabra o acción); 5) cuidadosas de su casa (trabajando en la casa). “Las ancianas deberían inculcar que es un gran honor servir al Señor en el hogar como esposa y madre en lugar de trabajar en la industria o en los negocios, descuidando el hogar y la familia” (W. MacDonald); 6) buenas (cómo vivir para otros, ser hospitalarias, gentiles y generosas, no egocéntricas); 7) sujetas a sus maridos. Todo esto “para que la Palabra de Dios no sea blasfemada” (para que se hable en contra, lit. “injuriar”). Esto es lo contrario de lo que dice el v.10, adornar la doctrina de Dios. Depende de cómo vivamos, la verdad de Dios será adornada o blasfemada.

 

 

Los varones jóvenes

 

(versículos

6-8)

 

Las instrucciones de Pablo para los hombres jóvenes: ser prudentes (discretos, sensatos, con dominio propio, una palabra apropiada por cuanto la juventud es el tiempo de celo vehemente, de una energía en continua agitación y de ardientes impulsos—esta palabra “prudente” se usa a través de todo este capítulo); presentándose en todas las cosas como ejemplo (modelo) de buenas obras (ver 1 Timoteo 4:12 donde ejemplo = modelo; ver también Tito 3:8, 14; Efesios 2:10; Mateo 5:16); 3) en doctrina (enseñanza) mostrando (tres cosas) 1) integridad (sin mancha—su enseñanza debe reflejar la pureza de la Palabra de Dios), 2) seriedad (reverencia, tomar en serio lo que Dios ha dicho), 3) sinceridad (no dejarse apartar del camino de la verdad).

 

Versículo 8- palabra sana e irreprochable (las palabras que hablamos reflejan el corazón y por nuestras palabras seremos condenados o justificados –ver Mateo 12:35-37), de modo que el adversario se avergüence y no tenga nada malo que decir de vosotros (silenciamos a nuestros enemigos con nuestra conducta y palabra intachable). ¡Que no encuentren ni una grieta en la armadura del creyente! ¡No hay argumento tan efectivo como una vida santa!

 

 

Los Siervos

 

(versículos

 9-10)

 

Pablo instruye a los siervos 1) que obedezcan sin reparos a sus amos (v.9); 2) que les agraden en todo (v.9); 3) que no sean respondones (v.9)—que no contradigan, no discutan, no sean atrevidos—“Muchos esclavos tuvieron el privilegio de llevar a sus amos al Señor, en los tempranos tiempos del cristianismo, principalmente debido a la diferencia que había entre los esclavos paganos y ellos mismos” (W. MacDonald); 4) no defraudando (v.10- no robando a sus amos, no hurtando—no es asombroso que los esclavos cristianos alcanzasen mayores precios en las subastas públicas); 5) mostrándose fieles en todo (v.10-fidelidad, confiabilidad), para que en todo adornen la doctrina de Dios (v.10).

 

 

Adornando

la doctrina

 

(versículo 10)

 

Adornar la doctrinaes lo contrario de que la Palabra de Dios es blasfemada por la conducta impía del pueblo de Dios (ver versículo 5 y Romanos 2:23-24). Pero cuando el pueblo de Dios practica los claros principios de la Palabra de Dios (sean ancianos o ancianas, mujeres jóvenes o varones jóvenes, siervos o cualquier creyente), la doctrina de Dios es adornada. La palabra ADORNAR (kosmeo- de la cual viene “cosméticos”) significa arreglar, poner en orden (Salmo 119:113- “Ordena mis pasos con Tu Palabra”). Se usa para decorar un cuarto (Mateo 12:44) y para arreglar las lámparas (Mateo 25:7). Significa adornar u ornamentar y se usaba para engalanar o decorar tumbas (Mateo 23:29) y edificios (Lucas 21:5; Apocalipsis 21:19- “adornados”). Ver Apocalipsis 21:2-“como una esposa ATAVIADA para su marido.”  También se usa para arreglarse a sí mismo (1 Timoteo 2:9—“las mujeres se ATAVÍEN de ropa decorosa” y ver 1 Pedro 3:5). Nuestras vidas deberían hermosear la verdad de Dios. Los demás deberían ver la belleza de la verdad de Dios cuando ven la manera en que vivimos. Hace años atrás un anciano misionero informaba que los banqueros japoneses siempre empleaban gustosos a cristianos chinos debido a su notable confiabilidad. Ellos, ciertamente, a ADORNABAN la doctrina. Tal como las mujeres usan cosméticos para verse bien y atractivas, así el creyente practica la verdad para que Dios y Su Palabra se vean bien y sean atractivos para todos. Cuando conformamos nuestra vida a la sana doctrina, “hermoseamos la Biblia y hacemos atractivo el mensaje cristiano

para los incrédulos” (Wiersbe). “Como un hermoso cuadro  puede ser realzado con un marco apropiado, así también hacemos atractiva la enseñanza cristiana cuando exhibimos su poder y verdad en nuestras vidas” (Kent). ¡Que vivamos de tal manera que seamos un ornamento de la verdad de Dios!

 

 

Cuando ordenamos nuestra vida en armonía con la verdad de Dios en el pequeño rincón de nuestro mundo, la verdad de Dios será adornada y sus efectos se esparcirán a través del mundo, por causa de Su gran Nombre.

 

 

-Del informe del año 2001 sobre misiones de Middletown Bible Church

 

 

Nota: Algunas definiciones fueron tomadas del Comentario de la Biblia de William MacDonald.