¿Por Quién Murió Cristo?

 

Una Defensa de la Expiación Ilimitada

 

 

 

Un Análisis de Pasajes Clave de las Escrituras

 

1 Timoteo 4:10

 

Este versículo presenta un problema para quienes niegan que Cristo murió por todos. Este versículo enseña que hay un sentido en que Dios es el Salvador de todos los hombres y que hay un sentido especial en que Dios es solamente el Salvador de los que creen. La clave para entender ésto ya ha sido explicada por Pablo en el capítulo 2. Hay un sentido en el que Dios es el Salvador de todos los hombres, porque Dios quiere que todos los hombres sean salvos y ÉL ha provisto en Salvador para todos los hombres, que se entregó a Sí Mismo como rescate por todos (1 Timoteo 2:3-6). Hay un sentido especial en el cual ÉL es solo el Salvador de los que realmente vienen al conocimiento de la verdad (1 Timoteo 2:4), y que vienen al Padre por el único Mediador que ha sido provisto (1 Timoteo 2:5). Para un estudio más detallado sobre 1 Timoteo 4:10 y el modo poco satisfactorio en que lo explican los Calvinistas extremos, ver nuestro estudio El Salvador de Todos los Hombres.

 

Juan Calvino estaba de acuerdo en que Dios es el Salvador de toda la raza humana: “Sepamos entonces, que a toda la raza humana ha sido manifestada y exhibida la salvación por medio de Cristo…” (ver Commentary of the Evangelists, Matthew, Mark and Luke, John Calvin).

 

Los que creen en una redención limitada elevan la siguiente objeción: “¿Cómo puede ser Dios el Salvador de todos los hombres, si Él no salva a todos?” La respuesta es sencilla: Ellos no recibieron al Salvador que murió por ellos. Ellos lo rechazaron (Juan 1:11). A los que creen en una redención limitada debemos preguntar: ¿Cómo pueden los pecadores rechazar al Salvador si ÉL no es realmente su Salvador? ¿Cómo pueden negar al Señor que los compró (2 Pedro 2:1) si Él en realidad nunca los compró? ¿Cómo pueden rechazar la obra de Cristo en la cruz si esa obra nunca fue realmente para ellos? La razón por la cual Israel pudo rechazar a Cristo como a su Mesías y Rey era porque ÉL era realmente su Mesías y Rey. Los egipcios no rechazaron a Cristo como a su Mesías, simplemente porque ÉL no era su Mesías.

 

A toda persona no salva nosotros podemos entregar esta buena noticia: “Amigo, quiero que sepas que hay un Salvador para ti (comparar Lucas 2:10-11). ÉL murió por ti. ÉL hizo todo lo necesario para que tu seas salvo. ÉL pagó todo el castigo por tus pecados. Todo lo que tiene que hacer es recibirlo por fe.”

 

 

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