Los Peligros de la

 

TEOLOGÍA REFORMADA

 

 

 

 

El Peligro de la Teología del Pacto

 

 

Los de tradición Reformada generalmente adoptan la Teología del Pacto. Este sistema de teología se desarrolló después de la Reforma. Explica todas las relaciones entre Dios y el hombre, desde el principio hasta el final de los tiempos, bajo el Pacto de Obras, el Pacto de Gracia  y, (a veces), el Pacto de Redención. [Los dispensacionalistas, por el contrario, enfatizan los pactos que son mencionados en la Biblia, tales como el Pacto Abrahámico, el Pacto Mosaico, el Pacto Davídico y el Nuevo Pacto]. Los teólogos Reformados/del Pacto enseñan que los israelitas del Antiguo Testamento y los creyentes del Nuevo Testamento son un pueblo y que la Iglesia no es sino una continuación y sucesión de Israel. Ellos entienden usualmente que la IGLESIA incluye a los santos de todas las edades. Ellos enseñan que la Iglesia, como sucesora de Israel, ahora ha absorbido y se ha apropiado las profecías y las promesas del Antiguo Testamento. De acuerdo con su pensamiento, las promesas que Dios hizo a Israel, ahora son cumplidas en la Iglesia o han sido desperdiciadas por causa de la incredulidad de Israel (pero ver Jeremías 31:31-37). Este sistema teológico es directamente opuesto al dispensacionalismo, que hace una clara y bíblica distinción entre el programa de Dios para Israel y el programa de Dios para la Iglesia (Hechos 15:13-18; Romanos 11:25-26).

 

 

Ver varios estudios en Dispensacionalismo

 

 

La siguiente declaración, precisa y provechosa, ha sido formulada por los hombres de la New England Bible Conference y se titula “Una Aclaración en cuanto al Dispensacionalismo”.

 

Cuando la Palabra de Dios, la Biblia, se interpreta de una manera literal consistente, resultará en el dispensacionalismo. El dispensacionalismo es el resultado de una interpretación literal normal consistente.

 

Una dispensación es un período de tiempo especial en el desarrollo del programa de Dios, durante el cual algunos o toda la humanidad debe responder con fe, siendo responsables de ser buenos administradores de esa particular revelación que Dios ha dado (Ef. 3:2, 9; Col.1:25; Éxodo 34:27,28; Gálatas 3:10-12; 1 Timoteo 1:4; Ef. 1:10; etc.).

 

Creemos que para “dividir bien la Palabra de verdad” es esencial distinguir cosas que son diferentes y darnos cuenta de algunas diferencias básicas de la Biblia, tales como la diferencia del programa de Dios para Israel y el programa de Dios para la Iglesia (Hechos 14:14-17; Rom.11:25-27), el intervalo de 1000 años entre las dos resurrecciones (Ap.20: 4-6), la diferencia entre los varios juicios que ocurren en distintos tiempos (2 Co.5:10; Mateo 25:31-46; Ap.20:11-15), la diferencia entre la ley y la gracia (Juan 1:17; Rom.6:14-15; Rom.7:1-6); y la diferencia entre el oficio presente de Cristo a la diestra del Padre como el gran Sumo Sacerdote de la Iglesia y el oficio futuro de Cristo en el trono restaurado de David, como el Rey milenial de Israel (Heb.1:3; 10:12-13; Hechos 15:16; Lucas 1:32).

 

 

Creemos que la Iglesia es un cuerpo de creyentes diferente, que no estaba presente en la tierra durante el período del Antiguo Testamento y que no era objeto de las profecías del Antiguo Testamento (Ef.3:1-9; Col.1:25-27). De acuerdo con el programa e itinerario de Dios, la Iglesia está en la tierra entre las dos venidas de Cristo, habiendo comenzado la Iglesia después de la semana 69 de Daniel (el día de Pentecostés, Hechos 2) y completándose el ministerio de la Iglesia en el Rapto, antes del comienzo de la semana 70 de Daniel (Daniel 9:24-27). Durante este intervalo, Dios está visitando a las naciones para tomar pueblo para Su Nombre (Hechos 15:14-16; Efesios 3:1-11; Rom. 11:25). La Iglesia es, ciertamente, la asamblea llamada por Dios.

 

 

Creemos que Dios cumplirá literalmente Su pacto y las promesas del reino a la nación de Israel, tal como lo predijeron los profetas (Génesis 12:2-3; 15:18-21; Deut.30:3-10; 2 Samuel 7:4-17; Jer.31:31-37; 33:15-26). Creemos que las promesas del Pacto Abrahámico (Génesis 12, 15, 17), el Pacto Palestino (Deut. 30), el Pacto Davídico (2 Samuel 7) y el Nuevo Pacto (Jer.31) fueron hechos incondicionalmente a la nación de Israel y que el reino milenial incluirá el cumplimiento literal de estas promesas al Israel étnico (Jer.31:31-37; 33:14-26; Ezequiel 36:25-28; 40-48; Rom. 11:23-32). La Iglesia no es el “nuevo Israel” o el “Israel espiritual”, sino “un nuevo hombre” creado de dos grupos, Judíos salvos y Gentiles Salvos (Efesios 2:15; 1 Co. 10:32). Los términos “Israel”, “Israelita” y “Judío” se usan en el Nuevo Testamento para referirse al Israel nacional étnico. El término “Israel” se usa para la nación o el pueblo como un todo o para el remanente creyente entre ellos. No se usa para la Iglesia en general o para los creyentes gentiles en particular. Los gentiles salvos de la edad presente son los hijos espirituales de Abraham, quien es el padre de todos los que creen (Rom.4:12, 16; Gálatas 3:7, 26, 29), sean judíos o gentiles; pero los creyentes gentiles no son israelitas (es decir, no son los hijos de Jacob). Los Israelitas son definidos meticulosamente por Pablo en Romanos 9:4-5.

 

 

Creemos que en cada dispensación los programas distintivos de Dios se cumplen por causa de Su grande Nombre y que en cada dispensación las personas siempre han sido salvas por gracia mediante la fe (Efesios 2:8; Génesis 15:6; Hebreos 11:4-7; Rom. 4:1-8). Creemos que la gloria de Dios es el principio dominante y el propósito que engloba todo trato de Dios con los hombres en toda edad y que en cada dispensación Dios se manifiesta a Sí Mismo a los hombres y a los ángeles de un modo tal, que todo redunde para la alabanza de Su gloria (Efesios 1:6, 12, 14; 3:21; Romanos 11:33-36; 16:27; Isaías 43:7; 1 Timoteo 1:17).

 

 

 

 

Para un estudio adicional, ver “Explicando las Dispensaciones”.

 

Libro recomendado: “Dispensacionalismo Hoy” (Charles Ryrie).

 

 

 

 

 

 

Una Comparación y un Contraste

Entre

 

ISRAEL Y LA IGLESIA

 

 

 

 

 

La profecía que se encuentra en Daniel 9:24-27 es clave para entender que la edad presente constituye un paréntesis. La historia de Israel, desde la reconstrucción de Jerusalén hasta la segunda venida del Mesías, está incorporada en la profecía de las 70 Semanas de Daniel 9:24-27. Sabemos que al Mesías se le quitó la vida (de manera violenta) después de la semana 69, y sabemos del libro de Apocalipsis y de otros pasajes de las Escrituras, que la semana 70 es aun futura y que representa los últimos siete años antes de que el Mesías regrese a la tierra. Entre la semana 69 y la 70 hay un intervalo de casi 2000 años, durante el cual Dios ha estado edificando Su Iglesia (Mateo 16:18) y “visitando a los gentiles para tomar de ellos pueblo para Su Nombre” (Hechos 15:14).

 

 

Es muy significativo que esta profecía de las 70 Semanas de Daniel, mientras da detalles sobre la historia del pueblo de Dios – “setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo” (Daniel 9:24) – nada dice sobre un período de la historia que, como ahora sabemos, consiste de casi dos  milenios. Cuando este notable “paréntesis” o “intervalo” es integrado a la gran profecía cronológica de Daniel, el intérprete es forzado a distinguir dos historias: 1) la historia de Israel aludida (490 años); 2) la historia de la Iglesia, que constituye un paréntesis y que no es mencionada (casi 2000 años). Dios tiene una historia o un programa distinto para Israel y también una historia o programa distinto para Su Iglesia. Los dos programas armonizan perfectamente, pero no interfieren el uno con el otro y tampoco se sobreponen el uno al otro en el tiempo. La edad de la Iglesia se centra totalmente en el período de tiempo entre el final de la semana 69 y antes del comienzo de la semana 70.

 

Importantes Distinciones Entre Israel y la Iglesia

 

Los dispensacionalistas se distinguen de los no-dispensacionalistas en que los primeros reconocen una clara distinción bíblica entre Israel y la Iglesia. Las siguientes distinciones, ilustradas en forma de diagrama, están basadas en las claras enseñanzas de las Escrituras cuando son interpretadas en su sentido llano, literal, normal. Por ejemplo, los no-dispensacionalistas se horrorizan ante el pensamiento de que en el futuro reino Mesiánico se observarán sacrificios de animales, pero ésto es lo que predicen los profetas del Antiguo Testamento. (Para un estudio adicional, ver El Templo Milenial de Ezequiel 40-48 por el Dr. John Whitcomb (Un Ejercicio de Interpretación Literal). En este diagrama el término “Iglesia” se refiere a la verdadera Iglesia, compuesta de creyentes nacidos de nuevo, y no incluye a los Cristianos profesantes que no tienen la vida de Dios (1 Juan 5:12)

 

 

 

 

 

Una Comparación y un Contraste Entre

Israel y la Iglesia

 

 

Israel

 

La Iglesia

 

 

Israel es una nación escogida por Dios y sustentada por promesas dadas por juramento (Deut.7:6-9). No todos los individuos de esta nación escogida son salvos (Rom. 9:6; 11:28).

 

La Iglesia es una asamblea de creyentes que han sido llamados y que han sido bautizados en el cuerpo de Cristo (1 Co. 12:13). Cada miembro del cuerpo de Cristo es salvo, pero hay multitudes de cristianos profesantes que no son salvos (2 Ti. 2:19)

 

Israel tiene su origen en Abraham, Isaac y Jacob  (siendo Jacob el padre de las doce tribus).

 

La Iglesia tiene su origen en el Día de Pentecostés (Hechos 2) cuando los primeros creyentes fueron puestos en el cuerpo de Cristo.

 

En el programa de Dios para Israel, Sus testigos son una nación (Isaías 43:10).

 

En el programa de Dios para la Iglesia, Sus testigos se encuentran entre todas las naciones (Hechos 1:8)

 

El programa de Dios para Israel estaba centrado en Jerusalén (Mateo 23:37) y estará nuevamente centrado en Jerusalén durante la Tribulación (Mateo 24:15-20) y durante el Milenio (Isaías 2:1-5).

 

El programa de Dios para Su Iglesia comenzó en Jerusalén y se extendió hasta lo último de la tierra (Lucas 24:47; Hechos 1:8). La Iglesia se identifica con el Cristo resucitado, no con alguna ciudad terrenal.

 

La esperanza y expectativa de Israel era terrenal, centrada en el establecimiento del Reino del Mesías, profetizado por los profetas (Jer.23:5-8; Isaías 2:1-5, 11:1-16).

 

La esperanza y expectativa de la Iglesia es celestial, centrada en la gloriosa manifestación de Cristo para llevar a Su pueblo al cielo (Juan 14:1-3; Fil.3:20-21; Col.3:1-4; 1 Ts.4:13-18).

 

El propósito y programa de Dios para Israel fue revelado en las Escrituras del Antiguo Testamento.

 

El propósito y programa de Dios para la Iglesia no fue revelado en el Antiguo Testamento, sino fue revelado en el Nuevo Testamento por los apóstoles y profetas (Efesios 3:5).

 

La historia de Israel presentada en Daniel 9:24 (las 70 semanas o 490 años) incluye sacrificio de animales. Estos años incluirán la tribulación, durante la primera mitad de la cual también habrá sacrificios de animales. La historia milenial de Israel también los incluye (Ezequiel 43:27)

 

 

La historia de la Iglesia no incluye sacrificios de animales. El sacrificio del Mesías es recordado por medio de la Mesa del Señor.

 

La historia de Israel presentada en Daniel 9:24 (los 490 años que también incluyen la Tribulación) incluye un templo en Jerusalén. Lo mismo es válido en el Milenio (Ezequiel capítulos 40-48)

 

Durante la mayor parte de la edad de la Iglesia no hay un templo judío en Jerusalén. Durante este tiempo Dios manifiesta Su gloria en Sus creyentes, individual y colectivamente, designándolos como Su templo (1 Co.3:16; 6:19-20; Ef. 2:21-22). Esto se realiza por la morada de Dios el Espíritu Santo.

 

La historia de Israel presentada en Daniel 9:24 (los 490 años) comprenden un sacerdocio limitado a los hijos de Aarón  y excluye a la mayoría de los israelitas. Lo mismo se aplica al milenio, cuando los sacerdotes de Zadoc (que también son hijos de Aarón) servirán en el templo (Ez. 40:46; 43:19; 44:15)

 

Durante la edad de la Iglesia todo verdadero creyente es un sacerdote y puede ofrecer sacrificios espirituales al Señor (Hebreos 13:15; 1 Pedro 2:9; Ap.1:6). En tanto que Israel tenía un sacerdocio, la Iglesia es un sacerdocio.

 

La historia de Israel presentada en Daniel 9:24 (los 490 años) terminará con la venida del Mesías a la tierra para establecer su Reino.

 

La historia de la Iglesia terminará con el Rapto de la Iglesia, cuando haya entrado la plenitud de los gentiles (1 Ts.4:13-18; Romanos 11:25).

 

Durante la historia de Israel (los 490 años de Daniel 9:24 que incluye la Tribulación),

el mundo se divide en dos grupos: Judíos y Gentiles. Esta división de toda la gente entre judíos y gentiles también se aplicará a los que vivan en sus cuerpos naturales durante el Milenio.

 

Durante la edad de la Iglesia, desde Pentecostés hasta el Rapto, el mundo se divide en tres grupos: Judíos, Gentiles y la Iglesia de Dios (1 Co. 10:32), estando la Iglesia compuesta de judíos y gentiles unidos en un Cuerpo (Efesios 2:15; 3:6).

 

Durante la historia de Israel, desde el Sinaí hasta el Reino Milenial (excluyendo la edad de la Iglesia), el rol de Israel en el mundo estará caracterizado por PRIORIDAD (es decir, ellos tendrán,  como el pueblo escogido de Dios, un rol de liderazgo) –ver Deut.4:6-8; Isaías 43:10; Mateo 10:5-6; Zacarías 8:23).

 

Durante la edad de la Iglesia, el rol de Israel en el mundo estará caracterizado por IGUALDAD – Judíos y Gentiles unidos en un cuerpo para dar testimonio del Cristo resucitado (Col. 3:11; Gálatas 3:28).

 

Los judíos varones eran circuncidados como señal del Pacto Abrahámico. Los judíos creyentes eran circuncidados en el corazón (Jer. 4:4)

 

Los creyentes de esta edad disfrutan de una circuncisión no hecha a mano (Col.2:11; Fil.3:3). No se requiere de circuncisión física.

 

Israel estaba bajo la ley de Moisés como regla de vida.

 

La Iglesia está bajo la regla de la “nueva criatura” (Gálatas 6:15-16). Ver nuestro estudio: ¿Cuál es la Regla de Vida para el Creyente?

 

Los judíos incrédulos eran físicamente hijos de Abraham y espiritualmente hijos del diablo (Juan 8:37-44).

 

Todo creyente en Cristo (cada verdadero miembro de la Iglesia, tanto judío como gentil) es un hijo de Abraham y un hijo de Dios (Rom.4:11-12; Gá.3:26-29). Esto no significa que los creyentes de la edad de la Iglesia sean israelitas. Ver El Uso del Término “Israel” en el Nuevo Testamento.

 

Israel debía observar el Día Sábado (Éxodo 20:8). La observancia del Sábado también tendrá lugar durante la Tribulación (Mateo 24:20) y durante el Milenio (Ezequiel 46:1, 3).

 

La Iglesia debe ser diligente y debe hacer todo esfuerzo para entrar en el reposo de Dios (Hebreos 4:9-11). Esto es una tarea diaria.

 

La membresía de la nación de Israel era por nacimiento o por llegar a ser un prosélito (por convertirse al judaísmo).

 

La membresía en la Iglesia es por el nuevo nacimiento, llevado a cabo por el ministerio  bautismal de Dios (1 Co. 12:13)

 

Los creyentes judíos de antes de Pentecostés, los judíos creyentes de la Tribulación y los creyentes judíos del reinado Milenial de Cristo, no son miembros del cuerpo de Cristo.

 

Los creyentes Judíos y Gentiles, desde Pentecostés hasta el Rapto, son miembros del cuerpo de Cristo.

 

El lugar de adoración de Israel se centraba en Jerusalén (Dan.6:10; Juan 4:20) y esto también será así en la Tribulación  (Dan. 9:27) y en el Milenio (Isaías 2:1-5)

 

El lugar de adoración de la iglesia es “donde hay dos o tres reunidos en Mi Nombre” (Mateo 18:20; Juan 4:21-24). Cristo está en medio de Sus Iglesias (Apocalipsis 1:13, 20).

 

Israel es asemejado a la esposa de Jehová, a menudo, a una esposa infiel (Oseas).

 

 

La Iglesia es la amada Novia de Cristo (2 Co.11:2; Ap. 19:7-8) que algún día será presentada sin mancha ni arruga (Ef.5:27)

 

 

 

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