EL SÁBADO

Y

EL DÍA DEL SEÑOR

 

 

1.      La palabra “Sábado” viene de una palabra hebrea que significa “cesar, detener, desistir, llegar al final, descansar.” El significado básico de este verbo está ilustrado en pasajes como Génesis 8:22 (las estaciones y el ciclo día/noche no tienen sábado); Jeremías 31:36 (“cesar”); y Job 32:1 (estos hombres dieron un descanso a sus labios).

 

2.      Basada en esta definición de la palabra, el día SÁBADO era un “día de cesar de trabajar”. Era un día en que el pueblo de Dios debía cesar y parar. Debían cesar su rutina diaria normal. Es importante que el pueblo de Dios tenga un descanso en sus actividades y una interrupción en su programa de trabajo diario. El sábado hacía posible esa pausa.

 

3.      En el Día Sábado el pueblo de Dios debía cesar y parar su trabajo para que pudieran PENSAR en y RECORDAR a su Dios.

De acuerdo con Éxodo 20:8-11, ellos debían DETENERSE y RECORDAR a su CREADOR. Debían darse cuenta de que todo lo que tenían (incluso el aire que respiraban y la fuerza para trabajar) provenía de su Dios-Creador (comparar 1 Corintios 4:7), y que sin Él no tendrían nada. Ellos debían REPOSAR para que pudieran REVERENCIAR a su CREADOR.

De acuerdo con Deuteronomio 5:15, ellos debían DETENERSE y RECORDAR a su REDENTOR. Debían recordar la terrible esclavitud en Egipto y la maravillosa liberación que Dios les procuró. Ellos debían REPOSAR para que pudieran REVERENCIAR a su REDENTOR.

4.      ¿Cuál día de la semana era el sábado? En Génesis 1 y 2 se dice claramente que el séptimo día de la semana era el día sábado. En el Nuevo Testamento, la confirmación de esto se encuentra en Hebreos 4:4, “Porque en cierto lugar dijo así del séptimo día: Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día.” De modo que el sábado (el séptimo día de la semana) era el día de descanso para el pueblo de Dios.

 

5.      En ninguna parte de la Biblia leemos que el día sábado fuese cambiado por algún otro día. Muchos creen que el día sábado fue cambiado al primer día de la semana (domingo). Repetimos, en ninguna parte de las Escrituras se menciona tal cambio.

  

6.      Génesis 2:1-3 dice que Dios, habiendo terminado Su obra de la creación, reposó el séptimo día (sábado) -(ver Éxodo20:11). Debemos notar que aunque Dios observó el sábado, en Génesis 2 no se dio mandamiento al hombre para observar el sábado. De hecho, en todo el libro de Génesis no hay registro alguno de que el hombre observara el sábado. No hay ninguna indicación de que Abraham, Isaac, Jacob o José observaran el sábado. Job vivió durante o alrededor del período patriarcal y, aunque leemos que él ofrecía sacrificios, etc., no hay ninguna mención de que observara el sábado. Después del diluvio Dios dio a Noé y a sus hijos algunos mandamientos claves (Génesis 9), pero nada se dice acerca de observar el sábado.  No hay ningún registro de que algún hombre observara el sábado hasta los días de Moisés.

 

7.      La primera anotación de alguna clase de observancia del sábado se encuentra en Éxodo 16. Esta instrucción en cuanto a recolectar el maná se dio antes de se diera la ley en el Monte Sinaí. Dios estaba preparando a Su pueblo para el mandamiento del sábado que pronto les daría. Los primeros “quebrantadores del sábado” se encuentran en Éxodo 16:27-28.

 

8.      Él sábado era una señal entre Dios y la nación de Israel (Éxodo 31:13). Era un día apartado para recordarles que ellos eran una nación apartada. Era un perpetuo recuerdo para Israel de su separación para Dios. Los gentiles (las demás naciones) no observaban el sábado.

 

9.      El castigo por quebrantar la ley del sábado era la muerte (Éxodo 31:14; 35:2). En Números 15:32-36 hay un relato de un hombre que fue apedreado por quebrantar el sábado (cf. Éxodo 35:2-3).

  

10.  La tierra debía observar el sábado. La tierra debía ser trabajada durante seis años y debía reposar el séptimo año (Levítico 25:1-7). Dios proveería para Su pueblo obediente (Levítico 25:18-22). Sin embargo, el pueblo de Dios no obedeció esta ley y no dio descanso a la tierra durante esos años sabáticos. El juicio de Dios contra Su pueblo involucró los setenta años de cautividad en Babilonia. Durante estos setenta años Dios dio reposo a la tierra para compensarla por todo el tiempo en que Israel falló en observar el reposo del año sabático. El Señor hizo cumplir Su sábado sobre la tierra. Dios se preocupó de que la tierra tuviera su reposo.

 

“Asolaré también la tierra, y se pasmarán por ello vuestros enemigos que en ella moren; y a vosotros os esparciré entre las naciones, y desenvainaré espada en pos de vosotros; y vuestra tierra estará asolada, y desiertas vuestras ciudades. Entonces la tierra gozará sus días de reposo, todos los días que esté asolada, mientras vosotros estéis en la tierra de vuestros enemigos; la tierra descansará entonces y gozará sus días de reposo. Todo el tiempo que esté asolada, descansará por lo que no reposó en los días de reposo cuando habitabais en ella” (Levítico 16:32-35).

 

“Los que escaparon de la espada fueron llevados cautivos a Babilonia, y fueron siervos de él y de sus hijos, hasta que vino el reino de los persas; para que se cumpliese la palabra de Jehová por boca de Jeremías, hasta que la tierra hubo gozado de reposo; porque todo el tiempo de su asolamiento reposó, hasta que los setenta años fueron cumplidos” (2 Crónicas 36:20-21).

 

Al causar que la tierra permaneciera sin cultivarse durante setenta años,  Dios dio a la tierra un tiempo de descanso y refrigerio, que sus habitantes no le habían dado mientras la poseyeron” (Keil-Delitzsch, Commentary on the Old Testament, ver 2 Crónicas 36:21).

 

11.  Había algunos días “sábados” festivos en conexión con las fiestas de Israel (ver Levítico 23:7,8,21,25,28,30-32,etc). En la mayoría de estos días “sin trabajar” no debía realizarse ningún tipo de actividad ocupacional. La ordenanza para el día del perdón era aún más restrictiva: estaban prohibidas incluso las tareas domésticas menores (versículos 28-32).

 

12.  La profecía revela que en el futuro se observará el sábado durante la tribulación (Mateo 24:20) y también durante la edad del  reino (Isaías 66:23).

 

13.  En los evangelios, la palabra “sábado” se encuentra 50 veces. En el libro de los Hechos se encuentra 9 veces. En las epístolas (Romanos hasta Apocalipsis) esta palabra se encuentra una sola vez (Colosenses 2:16).

 

14.  Es digno de notarse que cada vez que se repiten los diez mandamientos en el Nuevo Testamento (por ej. Mateo 19:18-19; Romanos 13:9, etc.), nunca se incluye en el listado el mandamiento del sábado.

 

15.  En los evangelios, el Señor Jesucristo observaba el día sábado (Lucas 4:16; 13:10, etc.) porque Él estaba “bajo la ley” (ver Gálatas 4:4).

 

16.  El Día Sábado había de ser una bendición para el hombre. Era un día especial que Dios había dado a Su pueblo para que pudieran parar y recordar a su Creador y Redentor y meditar en su relación con Él. Sin embargo, los líderes religiosos judíos habían agregado tantas restricciones al sábado, que ese día había llegado a ser una gran carga en vez de una gran bendición (ver Marcos 2:23-28 y comparar con Juan 5:8-10,16). Esta es la condición a la cual había degenerado el Sábado en los días del ministerio terrenal de nuestro Señor y por eso el Señor Jesucristo, “el Señor del Sábado”, estuvo envuelto en tantas controversias en cuanto al sábado durante Su ministerio público.

 

17.  En el libro de  los Hechos el sábado no está establecido como el día cristiano de adoración, sino era aprovechado como un día de evangelización (ver Hechos 13:14-16, 13:42; 16:13; 17:2; 18:4). Para Pablo y los demás evangelistas cristianos el sábado era realmente un día de trabajo, porque estaban ocupados en ganar almas.

 

18.  ¿En cuál día se reunían los cristianos? “Y nosotros, pasados los días de los panes sin levadura, navegamos de Filipos, y en cinco días nos reunimos con ellos en Troas, donde nos quedamos siete días. El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y alargó el discurso hasta la medianoche” (Hechos 20:6-7). Aparentemente, Pablo se quedó siete días para poder estar con los creyentes el domingo (ver v.6). Nótese lo que tuvo lugar ese día: los discípulos se reunieron, partieron el pan (comunión), oyeron predicar la Palabra de Dios, etc.

 

19.  En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también a la manera que ordené en las iglesias de Galacia. Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas” (1 Corintios 16:1-2). Pablo pidió que se recogiera una ofrenda especial para los santos pobres de Jerusalén en el primer día de la semana, que era el domingo. ¿Por qué ese día? Porque ese era el día en que se reunían usualmente los creyentes.

 

20.  Hay un solo versículo en el Nuevo Testamento que se refiere al domingo como al “Día del Señor.”  Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta” (Apocalipsis 1:10). Fue un día domingo cuando Dios dio a Juan esta gran visión. Esto no se refiere al futuro “día del Señor” (Isaías 13:6,9; 1 Tesalonicenses 5:2) que sucede después de la edad de la iglesia. La visión que tuvo Juan en Apocalipsis capítulos 1-3 pertenece a la era de la iglesia.

 

21.  El Señor Jesucristo resucitó de los muertos muy temprano en el primer día de la semana (domingo). “Habiendo, pues, resucitado Jesús por la mañana, el primer día de la semana, apareció primeramente a María Magdalena de quien había echado siete demonios” (Marcos 16:9 y comparar con Lucas 24:1). Hay algunos (como Herbert Armstrong, líder de una secta) que dicen que Cristo resucitó el sábado y no el domingo. Pero la Biblia enseña que Cristo resucitó el tercer día (1 Co. 15:3-4; Lucas 24:7). De acuerdo con Lucas 24:21, los dos discípulos con quienes caminó Jesús rumbo a Emaús, consideraban que el domingo (incluso el domingo en la tarde) era “el tercer día desde que estas cosas hubieron acontecido” (comparar con el v. 1). Si Cristo resucitó el tercer día, y si el domingo era considerado el tercer día, entonces ÉL tiene que haber resucitado el domingo, el primer día de la semana, no el sábado.

 

22.  Comenzando con ese primer domingo de resurrección, el Señor Jesús parece que “entrenó” a Sus discípulos a reunirse el primer día de la semana. El primer domingo de resurrección el Señor se apareció al grupo de los discípulos, pero Tomás se perdió este “servicio del  domingo en la tarde” (Juan 20:19-23). De acuerdo con el método judío de computar el tiempo (método inclusivo), el Señor se apareció a los discípulos exactamente una semana después (v.26- “8 días después”). En este domingo Tomás estaba presente (vs. 26-29). También fue un día domingo cuando vino el Espíritu Santo y nació la iglesia (ver Hechos capítulo 2 y comparar con Levítico 23:15-16). Siete semanas después de la resurrección del Señor era el día de Pentecostés. Los discípulos estaban adquiriendo el hábito de reunirse el primer día de la semana celebrando el día en que Cristo se levantó victoriosamente de los muertos.

  

23.  El Día del Señor se ve proféticamente en el Salmo 118:22-24, “La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser cabeza del ángulo. De parte de Jehová es esto, y es cosa maravillosa a nuestros ojos. Este es el día que hizo Jehová; nos gozaremos y alegraremos en él” (comparar con Hechos 4:10-12). “Este es el día que hizo Jehová.” ¿A qué día se está refiriendo el salmista? Era el día en que Dios hizo algo maravilloso levantando a Su Hijo de los muertos. La Piedra desechada (cf. Juan 1:11) fue hecha Cabeza del Ángulo.

 

24.  Por lo cual el día del Señor debería ser un día de mucha alegría y gozo (Salmo 118:24). Es un día para que los creyentes se reúnan para adorar, para el partimiento del pan, para recordar a nuestro Señor y lo que ÉL hizo por nosotros (1 Co. 11:25-26), para recoger las dádivas y ofrendas (1 Co. 16:1-2), para predicar la Palabra de Dios (Hechos 20:6-7), etc.

 

25.  No hay ningún versículo en la Biblia que mande que los creyentes adoren el primer día de la semana. No hacemos esto por algún mandamiento. Lo hacemos simplemente porque ha sido una práctica de los cristianos desde un comienzo, para recordar el tremendo hecho de la resurrección de Jesucristo de los muertos. El domingo no es el “sábado cristiano.” El primer día de la semana nunca se refiere al sábado. Muchos se refieren al domingo como al sábado, pero eso no es bíblicamente correcto. Hay un sábado de descanso para el pueblo de Dios (Hebreos 4:9), pero este sábado de reposo no es para el sábado ni para el domingo—es para cada día de la semana.

 

26.  En cierto sentido cada día de la semana es el día del Señor. No hemos de servir al Señor un día cada siete días. Debemos servir al Señor los siete días de la semana. Es en este sentido que el Nuevo Testamento enseña que todos los días son iguales (Romanos 14:5).

 

27.  ¿Deben observar el sábado los creyentes de hoy? La respuesta es ¡SI! Hay un sábado de reposo para el pueblo de Dios hoy (Hebreos 4:9). Los creyentes en Cristo deben reposar y dejar de hacer sus propias obras (Hebreos 4:10) para que Dios pueda obrar en y por medio de ellos (Filipenses 2:13; Hebreos 13:21). Esta “vida de fe y descanso” debe ser la porción diaria de cada creyente. Entremos en este reposo. Que la incredulidad no sea un obstáculo.

 

28.  ¿En qué día debemos descansar como creyentes? Nótese el énfasis que en Hebreos 3 y 4 tiene la palabra “hoy” (ver Hebreos 3:7, 13, 15; 4:7). ¿Cuándo debemos descansar? Debemos reposar “HOY” (hoy y cada día). Hay un sábado de reposo para el pueblo de Dios y hemos de entrar en ese reposo HOY y cada día, los siete días de la semana.

 

29.  El reposo de Hebreos 4:1-11 no se refiere al reposo en que entra el creyente cuando muere, como tantos comentaristas enseñan. La tierra prometida no es un cuadro del cielo, como sugieren las palabras de muchos himnos. Josué y Caleb entraron en un país lleno de enemigos. Ellos entraron por su fe en un Dios que obraría a favor de ellos (ver Éxodo 14:14-“El Señor peleará por vosotros” y Números 14:19-“Con nosotros está el Señor”). Si el “descanso” de Hebreos 4:11 se refiere al cielo, entonces este versículo sería un mandato  de cometer suicidio. La persona que entra en el reposo de Dios es la persona que reposa de sus propias obras (Hebreos 4:10), se apropia con fe de las promesas de Dios (Hebreos 4:2), y da libertad a Dios para manifestar y realizar Su vida (Hebreos 13:20-21).

 

30.  De acuerdo con Colosenses 2:16-17, el sábado que fue dado bajo la ley en el Antiguo Testamento debía significar un cuadro de un sábado más prominente. No era sino una sombra que encontraría sustancia y cumplimiento en la persona de Jesucristo. “Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo.”

 

El siguiente diagrama puede ser de ayuda para ilustrar cómo el sábado del Antiguo Testamento anuncia e ilustra un sábado mayor:

 

 

El Sábado Bajo la Ley

 

El Sábado Bajo la Gracia

El creyente debía descansar el séptimo día (Éxodo 29:8-10)

El creyente debe descansar siete días—“Hoy” y cada día (Hebreos 4:1-11).

La obra de la creación de Dios duró seis días (Éxodo 20:11)

La obra de la nueva creación de Dios (redención) duró aproximadamente seis horas—el tiempo que Cristo estuvo en la cruz (ver Marcos 15:25; 33-37).

Después de terminar la obra de la creación, Dios reposó (Génesis 2:1-3)

Una vez terminada la obra de la redención, Cristo reposó y “SE SENTÓ” (Juan 19:30; Hebreos 1:3)

Nota: Contrástese con los sacerdotes en el tabernáculo que nunca podían sentarse, porque su obra nunca terminaba (Hebreos 10:11-12).

El creyente del Antiguo Testamento debía dejar de trabajar el día sábado (Éxodo 20:10)

El creyente del Nuevo Testamento debe dejar de obrar y debe reposar de sus propias obras cada día de la semana (Hebreos 4:1-11). Es una vida de fe y descanso basado en la obra acabada de Cristo en el poder de Dios el Espíritu Santo.

 

Sí, hay un día sábado de reposo para el pueblo de Dios hoy. ¿Lo estás observando? ¿Estás entrando en él por fe? ¿Hebreos 13:20-21 es verdad en cuanto a ti? ¿Estás reposando y disfrutando de la maravillosa y beneficiosa y santa obra de Dios en tu vida –HOY?

 

 

(George Zeller, Marzo 2000)