PROPOSICIÓN
1
La
base de la separación se encuentra
en
la naturaleza y en el carácter de Dios mismo
Los
serafines que Isaías vio en su visión estaban deslumbrados con un atributo del
Señor: “SANTO, SANTO, SANTO, Jehová de los ejércitos” (Isaías 6:3). La palabra
hebrea para “santo” (Kadesh) y la palabra griega para “santo” (Hagios) tienen
ambas la misma raíz, igual significado
básico—es decir, “apartado, separado”. La palabra “santificar” es una
traducción de estas mismas palabras, griega y hebrea, y tienen la misma idea
básica. Los ángeles decían literalmente, “SEPARADO, SEPARADO, SEPARADO, Jehová
de los ejércitos.”
I.
Dios es absolutamente separado de todo lo que es terrenal o creado. Esta es una
Santidad de Majestad Divina.
Estudiar
Salmo 99:1-3 e Isaías 57:15. Comparar Isaías 6:1-2.
II.
Dios está absolutamente separado de todo lo que es moralmente impuro. Esta es
una Santidad de Pureza Moral.
Estudiar
Salmo 99:4-9 y Salmo 24:3-4. Comparar Isaías 6:5.
De modo
que al estudiar la doctrina de la separación, tenemos que empezar con DIOS
Mismo y tenemos que tener siempre presente el hecho de Su deslumbrante santidad
y de Su carácter separado: “Sed santos, porque
YO SOY SANTO” (1 Pedro 1:16).
PROPOSICIÓN
2
Todos
los creyentes están posicionalmente separados
Todo y
cada creyente es un “santo”, una persona separada y apartada para el Dios vivo.
Estudiar:
Romanos 1:7; 1 Corintios 1:2; Judas 1; 1 Corintios 6:11;
Efesios
1:1; Filipenses 1:1; Colosenses 1:2; 1 Tesalonicenses 4:7;
Hebreos
3:1; 10:10, 14, 29; Colosenses 3:12; 1 Pedro 2:9.
PROPOSICIÓN
3
Todos
y cada uno de los creyentes, habiendo sido separados
posicionalmente
para Dios en Cristo, son responsables
de
andar y conducirse de una manera digna y
consistente
con esa posición y condición.
Estudiar:
1 Pedro 1:15-16; 1 Tesalonicenses 4:3-4; 2 Timoteo 2:21;
Romanos
6:19; Hebreos 12:14; 2 Corintios 7:1; Tito 2:3
PROPOSICIÓN
4
La
separación bíblica tiene dos aspectos:
1)
Separación De; 2) Separación Para.
Separación De |
Pasaje de la Escritura |
Separación Para |
El cual nos ha librado DE la potestad de las tinieblas |
Colosenses 1:13 |
Y trasladado al reino de Su amado Hijo |
Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia |
1 Tesalonicenses 4:7 |
Sino a santificación |
Por lo cual, Salid de en medio De ellos, y apartaos, dice el Señor, y
no toquéis lo inmundo; |
2 Corintios 6:17-18 |
Y yo es recibiré, y seré a vosotros por Padre, y vosotros me seréis
hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso |
Porque yo Jehová soy santo, y os he
apartado DE los pueblos |
Levítico 20:26 |
Para que seáis míos |
Limpiémonos DE toda contaminación de carne y de espíritu |
2 Corintios 7:1 |
Perfeccionando la santidad en el temor de
Dios |
Os convertisteis DE los ídolos a Dios |
1 Tesalonicenses 1:9 |
para servir al Dios vivo y verdadero |
Mas ha pasado DE muerte |
Juan 5:24 |
A vida |
El que me sigue, no andará en tinieblas |
Juan 8:12 |
Sino que tendrá la luz de la vida |
Así también vosotros consideraos muertos
al pecado, |
Romanos 6:11 |
Pero vivos para Dios en Cristo Jesús,
Señor nuestro |
No os conforméis a este siglo, |
Romanos 12:2 |
Sino transformaos por medio de la
renovación de vuestro entendimiento |
Aun estando nosotros muertos en pecados |
Efesios 2:5 |
Nos dio vida juntamente con Cristo |
Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que
en otro tiempo estabais lejos |
Efesios 2:13 |
Habéis sido hechos cercanos por la sangre
de Cristo |
Y a vosotros también, que erais en otro
tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras |
Colosenses 1:21-22 |
Ahora os ha reconciliado en su cuerpo de
carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e
irreprensibles delante de Él. |
Para que nosotros, estando muertos a los
pecados |
1 Pedro 2:24 |
Vivamos a la justicia |
Al que nos amó, y nos lavó DE nuestros
pecados con su sangre |
Apocalipsis 1:5-6 |
Y nos hizo reyes y sacerdotes PARA Dios,
su Padre |
PROPOSICIÓN
5
Dios
ha hecho diferencia entre los salvos y los
inconversos
y Dios demanda que esta DIFERENCIA sea
evidente
y bien definida—de aquí la necesidad
de
separación.
Inconversos |
Pasaje de la Escritura |
Salvos |
Muerte |
Juan 5:24 |
Vida |
Tinieblas |
Juan 8:12 |
Luz |
Noche |
1 Tesalonicenses 5:5 |
Día |
Perdido |
Lucas 15:24 |
Hallado |
Injusticia |
2 Corintios 6:14 |
Justicia |
Incrédulo |
2 Corintios 6:15 |
Creyente |
Condenación |
Juan 3:18 |
No condenado |
Se pierde |
Juan 3:16 |
Vida eterna |
Se pierde |
1 Corintios 1:18 |
Se salvan |
Muerte para muerte |
2 Corintios 2:16 |
Vida para vida |
Hijos del diablo |
1 Juan 3:10 |
Hijos de Dios |
No hay término medio entre los
salvos y los inconversos: “Una gran sima está puesta
entre
nosotros y vosotros” (Lucas 16:26).
Dios
demanda en Su Palabra que esta distinción entre salvos e inconversos se
mantenga.
Estudiar: Levítico 10:10; 11:44, 47;
20:24-26; Deuteronomio 7:6; Ezequiel 22:26; 44:23; Romanos 12:2; 1 Corintios
6:10-11; Efesios 4:17-20; 5:6-7, 8, 11; Colosenses 3:5-10; 1 Tesalonicenses
4:4-5; 5:4-8; Tito 3:2-4; 1 Pedro 1:14; 4:2-4; Judas 19-20.
PROPOSICIÓN
6
El
creyente ha de estar separado, no aislado
Estudiar:
Juan 17:11, 14-18; 1 Corintios 5:9-10; Hechos 1:8; Filipenses 2:15-16;
2
Corintios 5:20.
El
creyente está en el mundo pero no es
del mundo. La filosofía monástica
que dice, “para ser santo tienes que vivir en una cueva” no tiene base en las
Escrituras. Los creyentes son extranjeros y peregrinos (1 Pedro 2:11; Hebreos
11:13), y ciudadanos del cielo (Filipenses 3:20; Juan 14:1-3), que tienen el
privilegio de representar a Cristo en la tierra (2 Corintios 5:20; Isaías
43:10-12) tal como Él nos representa en el cielo (1 Juan 2:1-2). Al representar
a Cristo en el mundo, debemos
guardarnos sin mancha del mundo (Santiago 1:27), porque no somos del mundo. El Señor Jesús era nuestro ejemplo perfecto de
un hombre “separado de los pecadores” (Hebreos 7:26). Sin embargo, ÉL condenó
el aislacionismo de los fariseos (Lucas 5:27-32; 7:29-34; 7:36-50; 15:1-32;
18:9-14; 19:1-10). El creyente en Cristo tiene responsabilidades explícitas
hacia todos los hombres al representar a Cristo en el mundo.
PROPOSICIÓN
7
Dios
manda apartarse de todas las prácticas y
asociaciones
mundanas y de los placeres pecaminosos.
Estudiar:
1 Juan 2:15-17; Santiago 1:27, 4:4; Romanos 12:2; 1 Corintios 6:19-20;
1
Pedro 2:11; Tito 2:11-12; Romanos 13:13-14; Gálatas 5:16; 2 Timoteo 3:1-5.
Cuando se trata de prácticas y asociaciones dudosas,
el creyente está sujeto a la ley del amor (1 Corintios 8-10; Romanos 14). Es
decir, al decidir si algo debe o no debe hacerse, no es suficiente que el
creyente actúe según el conocimiento (1 Corintios 8). No es suficiente que el
creyente haga preguntas como estas: “¿Es correcto?” “¿Es legal?” “¿Está permitido?”
En cambio debe tomar sus decisiones en base a la ley del amor que resultará en
considerar preguntas como éstas: “¿Es provechoso?” “¿Es útil?” “¿Será para
edificación?” “¿Glorificará a Dios?” “¿Será un obstáculo para mi edificación o
para la edificación de otros?” “¿Presentará un testimonio claro ante los
perdidos?”
La base escritural para este último grupo de preguntas
se puede ver al estudiar versículos como 1 Corintios 8:9; 10:23; 10:31-32;
Romanos 14:21; etc.
PROPOSICIÓN
8
Dios
demanda que nos separemos de un
hermano
cristiano inmoral.
Estudiar:
1 Corintios capítulo 5. Al buscar obedecer a Dios en estas materias
debemos
considerar también las enseñanzas de pasajes como Gálatas 6:1;
2
Corintios 2:1-11 y 2 Timoteo 2:24-26.
PROPOSICIÓN
9
Dios
demanda la separación
de
toda apostasía religiosa.
Estudiar:
2 Corintios 6:14-7:1 (comparar Deuteronomio 22:9-11, Dios aborrece
las
mezclas); Apocalipsis 18:4.
Cuando un
buey y un asno están bajo un mismo yugo, están comprometidos en un mismo
trabajo. Están en “un mismo equipo”, trabajando juntos para lograr metas y
objetivos comunes. Los creyentes no deben trabajar juntos, en cooperación con
los incrédulos. Ver el ejemplo de Esdras 4:1-5. El Señor Jesús nunca reclutó a
incrédulos para llevar adelante la obra de Dios. El jugador de fútbol nunca pensaría
en pasarle la pelota a un miembro del equipo opositor.
Otros
pasajes que demandan la separación de falsos maestros y de apostasía religiosa
son lo siguientes:
[Comparar
2 Timoteo 3:5 con Romanos 1:16 y 1 Corintios 1:24. Significa
negar
el evangelio].
PROPOSICIÓN
10
El
creyente obediente tiene que separarse de todo
hermano
cristiano que consistente y voluntariosamente
desobedece
la Palabra de Dios.
Esto
incluye la separación del creyente que desobedece los mandamientos
enumerados
bajo la PROPOSICIÓN 9.
Estudiar con atención: 2 Tesalonicenses 2:15; 3:6,
14-15. Observe atentamente los cinco mandamientos: 1) señaladlo; 2) apartaos de él; 3) no os juntéis con él; 4) no lo
tengáis
por enemigo; 5) amonestadle.
¿Quiénes
son los desordenados? Lea atentamente 2 Tesalonicenses 3:6-15 y tome nota de
cada vez que lee la palabra “desordenadamente” (es la misma palabra que se
encuentra en 1 Tesalonicenses 5:14, “ociosos”). La palabra griega significa “no
guardar el orden, andar fuera de línea, estar fuera de lugar”. Era un término
militar que se usaba para los soldados que marchaban fuera de orden (no
guardando las filas, quebrando la fila). Se usa para una persona que no cumple
con sus deberes y evade sus obligaciones. La palabra significa lo contrario de
SUMISIÓN (Efesios 5:21). De modo que esta palabra describe a una persona que no
está dispuesta a someterse a la autoridad. El se niega a inclinarse ante la
Palabra de Dios y ante Dios Mismo. Se niega a ceder ante la autoridad de
quienes están “sobre él” (ver 1 Tesalonicenses 5:12-14).
El
desorden puede manifestarse de muchas maneras diferentes. En 2 Tesalonicenses
3:11 algunos de los tesalonicenses se negaban a cumplir con su obligación,
asignada por Dios, de trabajar con sus manos y ganarse la vida. Pablo les había
llamado la atención sobre su responsabilidad (ver 1 Tesalonicenses 4:11).
Mientras Pablo estuvo con ellos, él les
mandó trabajar (ver última parte de 1 Ts. 4:11). |
Ellos no obedecieron y Pablo tuvo que
repetirles lo mismo en su primera carta (ver primera parte de 1 Ts.4:11). |
Ellos seguían sin obedecer y Pablo tuvo
que escribir una segunda carta para tratar el mismo problema (2 Ts. capítulo
3) |
Vemos que
estos desordenados eran culpables de desobedecer una claro mandamiento que
había sido dado por palabra y por carta.
Considere
2 Tesalonicenses 3:6 y compare este versículo con 2 Tesalonicenses 2:15. Estos
hermanos desordenados también eran culpables de no atenerse a las doctrinas que
les habían sido enseñadas. Si una persona no se atiene a las doctrinas de los
apóstoles, está en problemas, porque los apóstoles las recibieron directamente
de Dios.
Las
epístolas a los Tesalonicenses tratan con el problema específico de los
creyentes que no trabajaban, pero el término “desordenadamente” no debería ser
limitado solo a aquellos creyentes que no trabajan. El término le calza a
cualquier creyente que desobedece persistentemente a las enseñanzas que nos han
sido transmitidas por los apóstoles y que ahora tenemos en forma escrita en los
libros del Nuevo Testamento. Incluye cualquier tipo de persistente
desobediencia a los claros mandamientos de Dios que nos fueron dados por medio
de los apóstoles.
Las
medidas que tomen los hermanos de la asamblea local, por severas que éstas sean
(2 Tesalonicenses 3:6, 14), tienen por objeto restaurar a esa persona a una sumisa
obediencia. Es para ayudarla, no para dañarla. Quiera el Espíritu de Dios
darnos a cada uno sabiduría para cumplir con los mandamientos de Dios a la
manera de Dios y para la gloria de Dios, teniendo cuidado de no ser piedra de
tropiezo para judíos, ni gentiles ni para la iglesia de Dios (1 Corintios
10:32).
Lecciones de la Historia de la Iglesia
La
historia de la iglesia a probado una y otra vez que la separación es la única
solución contra la apostasía. no hay un solo ejemplo en toda la historia de la
iglesia en que una denominación se ha apartado de la Palabra de Dios y que
luego, un tiempo después, halla regresado a una posición bíblica sólida. Es
triste pero cierto, que la única respuesta efectiva es salir de en medio de
ella y separarse.
El Dr.
John Whitcomb lo ha dicho de esta manera:
La
única posibilidad de preservar Su verdad es separarla de todas las formas de
error y compromiso. La negativa de reconocer este hecho fundamental es la fatal
equivocación del ecumenismo eclesiástico moderno en todas sus formas, incluso
el ecumenismo evangélico. La verdad no
puede ser preservada mediante el compromiso y el compromiso no puede evitarse sin
la separación. Esta es una fórmula que el pueblo de Dios ha descubierto a
través de los siglos de triste experiencia con la debilidad de la naturaleza
humana caída en presencia del “dios de este siglo”, y, especialmente, por la
explícita enseñanza de la Palabra de Dios (Christ,
Our Pattern and Plan, p.14).
F. B.
Meyer ha dicho,
No
hay un solo héroe o santo, cuyo nombre brilla en la páginas inspiradas, que
cambiara sus tiempos desde adentro. Todos, sin excepción, han elevado su voz,
“Salgamos fuera del campamento”; y se han unido a la constante corriente de los
mártires, confesores, profetas y santos, de los cuales el mundo no era digno,
pero que pueden trazar parentesco a Aquel
de quien está escrito que “ÉL padeció fuera del real.”
El Dr. G.
Cambell Morgan también habló de la urgente necesidad de separación:
Hay
una tolerancia que es traición. Hay una paz que acaba en parálisis. Hay
momentos en que la iglesia tiene que decir NO a quienes buscan la comunión con
ella, para hacer su obra, en base al compromiso. Mantenerse apartado puede
producir ostracismo y persecución, pero mantendrá el poder y la influencia. Si
la Iglesia de Dios en las ciudades de hoy se mantuviera separada de los
preceptos del mundo, apartada de las filosofías materialistas de las escuelas,
manteniendo su testimonio de la todo-suficiencia de Cristo, y de la perfección
de Su salvación, aunque perseguida, aislada y golpeada, a ella se volverían los
hombres en su hora de aflicción y tristeza y necesidad nacional. La razón por
la cual los hombres no buscan hoy a la iglesia, es porque ella ha destruido con
su compromiso su propia influencia.
* * * * *
* * * *
--George
Zeller (1975)
Para
ayudar a entender cómo vivir la vida cristiana apartada y separada para el
Señor, considere varios estudios sobre Cómo vivir la Vida Cristiana.
Lo siguiente ha sido
tomado de un estudio escrito por el misionero Robert Lawton que por muchos
años ha estado evangelizando y entrenando a estudiantes internacionales en
las universidades. |
Examinaremos
la doctrina de la separación dentro del marco de los cuatro aspectos de la vida
nombrados en Lucas 2:52—“Y Jesús crecía en sabiduría
(mental) y en estatura (física), y
en gracia para con Dios (espiritual)
y los hombres (social).” El
siguiente diagrama puede ser de ayuda (ha sido tomado de The Four Aspects of Life, de Robert Ramey, “The Philosophy of
Christ’s Life, Grace Theological Seminary”).
La Separación
Pensamientos
La
práctica de la piedad tiene que empezar con los pensamientos del cristiano, “Porque
cual es su pensamiento en su corazón,
tal es él” (Proverbios 23:7). La separación en la esfera de los pensamientos,
es particularmente importante, porque el cristiano posee dos naturalezas: dos
inclinaciones que están continuamente luchando entre ellas para controlar al
creyente (Gálatas 5:17). Si el creyente ha de “andar en el Espíritu”, tiene que
reconocer los deseos del Espíritu. Para facilitar la diferenciación, Pablo ha
dado al creyente una lista de ejemplos objetivos para distinguir los deseos de
la carne de los deseos del Espíritu (ver Gálatas 5:19-23). Al meditar sobre
esta lista, el cristiano podrá discernir sin dificultad entre los deseos de su
vieja naturaleza y los del Espíritu Santo y, al obedecer Sus deseos, será controlado
por el Espíritu.
Lectura y otras actividades
Cuando el
cristiano se da cuenta de que aún tiene su vieja naturaleza, como si fuera una
bestia enjaulada tratando de salir, él debería ser cuidadoso con la clase de
pensamientos que él permite entrar. El cristiano tiene que distinguir entre lo
que alimenta la carne y lo que alimenta su nueva naturaleza en cuanto a las
cosas que él permite entrar por medio de sus ojos y oídos. David falló al no
volver su cabeza al primer vistazo de Betsabé, y pagó las consecuencias. Un
discernimiento y reacción instantáneos son obligatorios para el cristiano que
vive en un mundo donde las mujeres modestas se visten como las prostitutas de
diez años atrás.
Actitudes
Para
agradar al Señor, las cosas correctas tienen que hacerse de manera correcta.
Israel servía al Señor, y sin embargo, ÉL dijo:
Por
cuanto no serviste a Jehová tu Dios con alegría y gozo de corazón, por la
abundancia de todas las cosas, servirás, por tanto, a tus enemigos que enviare
Jehová contra ti” (Deuteronomio 28:47-48).
El
cristiano tiene que ser extremadamente cuidadoso en la elección de las
actitudes que manifiesta. Tiene que apartarse tanto de las malas actitudes como
de las malas acciones. Como dijo el Apóstol Pablo:
Quítense
de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia,
Antes bien, sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a
otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo (Efesios 4:31-32).
El
verdadero cristiano será entonces un separatista fanático en cuanto a sus
propias actitudes.
La Separación en la Vida Física del Cristiano
Vestimenta
La
apariencia exterior del cristiano era materia de preocupación para el Apóstol
Pablo, particularmente en el caso de la mujer cristiana, para la cual él prescribe
ciertos lineamientos: “Asimismo que las mujeres se atavíen con ropa decorosa…”
(1 Timoteo 2:9). Modestia en el vestir, especialmente en el día de hoy,
requiere de cuidadosa discriminación. El cristiano no debe conformarse a las
pautas sensuales del mundo, y tiene que dejar de lado la mayoría de las modas
de hoy. Al mismo tiempo, el cristiano debe mostrar buen gusto en la ropa que
viste, y no llamar la atención sobre sí mismo, sin ser extremista en ningún
sentido. El Pastor George F. Parsons ha señalado el siguiente principio:
Siempre cuando yo oiga o vea un
nuevo estilo o una nueva manera de vestir o una nueva manera de decir las
cosas, trataré de ver si representa la verdad o el error. Veré si está de acuerdo o no está de
acuerdo con la Palabra de Dios y con los caminos de Dios. Veré si revela o
confunde y oculta la Persona de Dios y la Palabra de Dios. Veré si mezcla la
verdad con el error. Que nada distraiga el mensaje que quiero presentar: “Yo
pertenezco al Hijo de Dios que me amó y se entregó a Sí Mismo por mí.”
Contacto Físico
El
cristiano por cierto tiene que ser extremadamente discriminatorio cuando se
trata de tocar a alguien. Es indiscutible una separación absoluta para
cristianos solteros de sexos opuestos. Esto es particularmente imprescindible
para el obrero cristiano:
Un
ministro, especialmente si es joven, que pone sus manos, aunque sea sin mala
intención, sobre una mujer, particularmente si es una joven, es, para decirlo
con
suavidad,
un necio total (Homer A. Kent, Sr., The Pastor and His Work, p.57).
El
cristiano tiene que mantenerse separado también en este sentido.
Entretenimiento
Aunque
la recreación y el ejercicio adecuados son necesarios para el cristiano, el
cristiano tiene que usar de discernimiento para las actividades en las que se
ocupa en sus tiempos de ocio. El cristiano debe separarse de “las diversiones
mundanas y de costumbres viciadas que ensucian la mente y el cuerpo.” Recientemente,
un predicador dio un método práctico para decidir acerca de cosas dudosas:
Cualquier
cosa que empaña mi visión de Cristo o disminuye mi gusto por el estudio
bíblico, o
entorpece mi vida de oración o dificulta la obra cristiana, es mala para mí y
como
cristiano debo alejarme de ello (citado por el Dr. David Nettleton, Nov.27,
1973).
“Alejarse
de algo”, es separación: estamos comenzando a ver en algo el alcance de esta
materia.
Conversación
La
discriminación también debe estar a la orden en el uso de la lengua del
cristiano. El hijo de Dios no debe transmitir todo pensamiento que viene a su
mente. Pablo clarifica:
Ninguna
palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la
necesaria
edificación, a fin de dar gracia a los oyentes (Efesios 4:29).
De
modo que el cristiano debe ser drásticamente selectivo en la elección de sus
palabras. No solo debe dejar de lado toda vulgaridad en su hablar, sino
positivamente, sus palabras han de ser una bendición para sus oyentes.
La Separación en la Vida Social del Cristiano
Amistades
Aunque
el cristiano debe mostrar amor genuino por toda la humanidad, la Palabra de
Dios indica que el creyente debe discriminar en la elección de sus amistades
íntimas (ver Salmo 119:63). Salomón dijo que, “El que anda con sabios, sabio
será; mas el que se junta con necios, será quebrantado” (Proverbios 13:20).
También el Apóstol Pablo observa, “No erréis; las malas conversaciones corrompen
las buenas costumbres” (1 Corintios 15:33). Como ha indicado el Dr. John
Whitcomb, “siendo iguales todas las cosas, las manzanas podridas echan a perder
las manzanas buenas y las manzanas buenas no mejoran las manzanas malas.” De
modo que, aunque el cristiano debe ser cordial con todos, especialmente con los
de la misma fe preciosa, sin embargo debe ser selectivo en su elección de
amigos íntimos. La mejor manera de hacer ésto, por supuesto, es tener los
intereses correctos y permitir que nuestros intereses determinen nuestras
amistades.
Galanteo
Si
hay algún área en que la falta de separación ha causado mucha angustia, ésto es
en la esfera del idilio. Cuántas veces hemos oído historias de un cristiano que
sale con un no cristiano con el objeto de dar testimonio, terminando en un
matrimonio no escritural (y generalmente desastroso).
Sin
embargo, la práctica de cristianos saliendo con no cristianos continúa. Puesto
que ciertamente no es la voluntad de Dios que un hijo de Dios se case con un
inconverso (2 Corintios 6:14, “No os unáis en yugo desigual con los
incrédulos”), uno no puede hacer otra cosa que insistir en la total separación
de cristianos y no cristianos en cuanto a salir juntos.
Profesión
Como
ha dicho el Dr. C. F. Yoder (God’s Means of Grace, p.468), “En el trabajo, el
cristiano debe recordar que Dios es su socio mayoritario.” Por lo cual, el
cristiano debería evitar asociarse con incrédulos. Más aún, el hombre de
negocios cristiano tiene que ser selectivo en los métodos que emplea en sus
negocios. Las prácticas deshonestas que son usuales en muchas empresas deben
ser dejadas de lado por el cristiano en el mundo de los negocios.
La Separación en la Vida Espiritual del Cristiano
La Vida Devocional
Privada
Para
que los sacerdotes levíticos pudieran entrar en el Lugar Santísimo, ellos
mismos tenían que ser santos. El cristiano, entonces, debería discriminar en
sus propias actividades devocionales. Esto se aplicaría, por ejemplo, a la
versión de la Biblia que lee. Pedro dice, “desead la leche espiritual no
adulterada” (1 Pedro 2:2). Una paráfrasis de la Biblia puede ser ocasionalmente
buena como comparación, pero no debe ser el alimento diario para el alma del
cristiano. La vida de oración también debería ser purgada de todo lo que sea
inadecuado en la presencia de Dios. El cristiano, especialmente el cristiano
joven, debe hacer una distinción entre hablar al Señor de los Ejércitos y
divagar con su compañero de cuarto.
Compañerismo con Otros
Cristianos
El
Apóstol Juan dice, “Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que
amamos a los hermanos” (1 Juan 3:14). Cuando un cristiano se goza de la
comunión con otros creyentes verdaderos, esto le otorga una bendita seguridad
de que realmente es salvo. Sin embargo, la Palabra de Dios enseña con claridad
de que hay veces en que el creyente obediente tiene que apartarse de tener
comunión con un cristiano desobediente. Esto es cierto en el caso de un hermano
que vive en pecado. Como Pablo escribió a los corintios:
Más bien
os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere
fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el
tal ni aún
comáis (1
Corintios 5:11).
Sin
embargo, esto también es cierto en el caso de un hermano que enseña error
doctrinal o que no obedece a la verdad:
Pero os
ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os
apartéis
de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza
que
recibisteis de nosotros….Si alguno no obedece a lo que decimos por medio de
esta
carta, a ése señaladlo, y no os juntéis con él, para que se avergüence (2
Tesalonicenses 3:6,14).
Esta
instrucción parece una medicina difícil de tragar, pero, como lo señala el
Apóstol, lo correcto es que el hermano que está en error se examine a sí mismo
y se aparte del error.
La Iglesia
Si
un cristiano debe separarse de individuos que sostienen y enseñan errores
doctrinales, ciertamente debe separarse de asambleas que tienen ese mismo
problema. Abandonar una iglesia muy querida que ha caído en el error no es
fácil, pero puede remediar el problema. En todo caso, no es ético permanecer en
la iglesia y enseñar una posición doctrinal que es contraria a la que mantiene
la asamblea. En tal caso el cristiano tiene que retirarse y orar para que Dios
abra los ojos a esa congregación.
*
* *