CAPÍTULO  13

 

 

CÓMO RECIBIMOS NUESTRA BIBLIA

 

 

“Sécase la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del Dios nuestro _____________________ para ________________” (Isaías 40:8).

 

“El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras _____ (nunca) pasarán” (Mateo 24:25).

 

 

LA BIBLIA BAJO ATAQUE

 

Atacada por Roma

 

Los primeros cristianos sufrieron gran persecución bajo el gobierno del imperio romano. El Apóstol Pablo y el Apóstol Pedro y muchos otros cristianos fueron muertos durante el cruel reinado del emperador Nerón. Durante los primeros 300 años de la iglesia, una persecución siguió a otra persecución y muchos creyentes fueron MARTIRIZADOS (fueron muertos por su fe en Jesucristo).

 

En el año 303 D.C. el emperador Diocleciano emitió un decreto real (EDICTO) que TODA BIBLIA DEBÍA SER DESTRUIDA. Como resultado, muchas Biblias fueron quemadas y muchos creyentes en la Biblia fueron muertos. Esta feroz embestida contra la Biblia no duró mucho, porque el siguiente emperador fue Constantino quien permitió la libertad religiosa y que incluso ordenó que fuesen hechas copias de la Biblia.

 

Atacada por la Iglesia Católica

 

Durante los siglos que siguieron, Satanás usó otro método para quitar la Biblia de las manos del común de la gente. De alguna manera, este método fue aun más efectivo que quemar Biblias. La Iglesia Católica Romana enseñó que el hombre común no podía entender la Biblia y que los únicos que podían entender e interpretar la Biblia eran los sacerdotes, los obispos y el Papa. Para el hombre común la Biblia era un LIBRO CERRADO y él no tenía acceso a ella. Como resultado, la mayoría de la gente IGNORABA por completo lo que la Biblia enseñaba realmente. En 1229 D.C. el Concilio de la Iglesia en Toulouse prohibió efectivamente a los laicos (la gente común; los que no son sacerdotes u obispos) el uso de la Biblia. De modo que durante siglos la Iglesia Católica Romana no quiso poner la Biblia en las manos del pueblo común.

 

Atacada por Infieles (Incrédulos)

 

En años más recientes la Biblia ha estado bajo el ataque de incrédulos malvados. En el capítulo anterior hemos visto cómo los incrédulos han atacado la Biblia con su CRITICISMO. Este es otro de los métodos de Satanás de destruir la Biblia. En la segunda parte del siglo 18 Voltaire, el francés incrédulo, dijo, “Tomó siglos establecer el cristianismo, pero yo demostraré como un francés lo puede destruir en 50 años.” Luego, como escribió otro autor, “Tomó su pluma, la untó en la tinta de la incredulidad y escribió en contra de Dios.” Voltaire estaba convencido que él podía destruir el cristianismo y la Biblia. El creía que la gente llegaría a estar tan iluminada que no creerían en Dios, ni en la Biblia ni en su necesidad de la salvación por medio de Jesucristo.

 

Voltaire murió en 1778. En su lecho de muerte dijo, “Desearía no haber nacido nunca.” Luego, justo antes de morir, gritó, “Oh Cristo, oh Jesús, tengo que morir abandonado por Dios y los hombres.” Su condición se había tornado tan terrible que sus amigos infieles temían acercarse a su cama. Después de su muerte, su enfermera dijo repetidas veces, “Ni por toda la riqueza de Europa quisiera ver morir a otro incrédulo.” Desde la muerte de Voltaire, millones y millones de Biblias en diferentes idiomas han inundado el mundo. Hoy día, la mayoría de la gente de nuestro país tiene una copia de la Biblia, pero pocos tienen los escritos de Voltaire. El ha muerto y se ha ido, pero la Biblia sigue viva. La Palabra de Dios “___________ y P__________________ para siempre (1 Pedro 1:23). Veinte años después de la muerte de Voltaire la Sociedad Bíblica Génova compró su antigua casa y la usó para imprimir Biblias. Más tarde llegó a ser la sede central de la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera.

 

 

Lo siguiente, escrito por Dr. Payson ilustra la INDESTRUCTIBILIDAD del Libro de los Libros:

 

Durante miles de años este volumen ha resistido no solo el paso del tiempo, sino toda el antagonismo físico e intelectual del hombre: presuntos amigos han tratado de corromperla y traicionarla; reyes y príncipes han intentado tenazmente desterrarla del mundo; el poder civil y militar de las naciones más grandes del mundo se han confabulado para destruirla; el fuego de la persecución ha sido encendido para consumirla junto a con amigos; y en muchas épocas las más horribles formas de muerte han sido las casi seguras consecuencias de proporcionarle asilo ante la furia de sus enemigos. Aunque ha sido mordazmente ridiculizada, groseramente tergiversada, resistida con más encono y quemada con más frecuencia que cualquier otro libro, y quizás más que todos los demás libros juntos, está tan lejos de sucumbir bajo los esfuerzos de sus enemigos, que la probabilidad de su supervivencia hasta la consumación de todas las cosas es ahora mayor que nunca. La lluvia ha descendido, las inundaciones han venido, la tormenta ha arreciado y la ha golpeado, pero no ha caído, porque está fundada sobre la roca. Como la zarza ardiente, ha sido quemada pero no se ha consumido; todo esto es prueba suficiente, si no hubiera otra, de que Aquel que habló desde la zarza es el Autor de la Biblia.

 

 

 

LA BIBLIA TRADUCIDA

 

La Biblia en Griego

 

Bajo Alejandro el Grande, los griegos conquistaron gran parte del mundo conocido (alrededor del año 331 A.C.), y la lengua y cultura griegas se diseminaron a través del imperio. Aún después de la conquista por los romanos, el lenguaje común a través del mundo mediterráneo siguió siendo el griego. En todo lugar la gente sabía hablar griego.

 

El Antiguo Testamento fue escrito en lengua hebrea, pero muchos judíos que fueron dispersados a través del imperio, ya no sabían hablar hebreo. Por lo cual había una real necesidad de que la Biblia (el Antiguo Testamento) fuera traducida a la lengua griega, para que la gente que en todo lugar hablaba griego pudiera entenderla. Alrededor de 200 años antes de Cristo el Antiguo Testamento fue traducido al idioma griego y esta traducción de la Biblia es llamada hoy la Septuaginta (abreviada como LXX por los 70+ traductores que participaron en este proyecto; este es un número redondo, pues la leyenda dice que hubieron 72 traductores). Que sepamos, esta fue la primera traducción de la Biblia. La Biblia Septuaginta fue utilizada por el Señor Jesucristo, los Apóstoles y los primeros cristianos y tuvo un papel importante en la propagación del evangelio al mundo de habla griego, porque les dio un Antiguo Testamento en un lenguaje que podían leer y entender.

 

 

La Biblia en Latín

 

Con el paso de los años, la parte oriental del Imperio Romano continuó hablando griego, pero la parte occidental del Imperio hablaba latín. Puesto que la gente de occidente ya no hablaba griego, fue necesario que la Biblia se tradujera al latín (el lenguaje que la gente entendía). La  traducción latina más famosa fue hecha por un hombre llamado Jerónimo en el año 404 A.C. Jerónimo era un gran erudito que sabía griego y también hebreo (que aprendió de rabinos judíos cuando estudió en Palestina). La Biblia que él tradujo es llamada la Vulgata latina (Vulgata significa “común”, porque fue traducida al lenguaje común del pueblo). La traducción de la Vulgata Latina fue la Biblia oficial de la Iglesia Católica Romana por los siguientes 1000 años.

 

La Biblia en Alemán

 

A principios del siglo, 16 el gran reformador Martín Lutero dirigió en Alemania el movimiento “regreso a la Biblia”, conocido como la Reforma. El creía que la Biblia era la autoridad final en toda materia de fe (lo que creemos) y práctica (como vivimos).  Lutero creía que la Biblia tenía que ser el libro para el pueblo y que debía usarse en la iglesia, en la escuela y en el hogar. El quería tener una Biblia abierta para todos. La mayoría de los alemanes no entendían latín, de modo que la Vulgata de Jerónimo no les servía. De modo que Lutero trabajó arduamente en 1522 para traducir la Biblia al idioma alemán. Lutero hizo un trabajo excelente y el pueblo alemán tiene una gran deuda con este hombre de Dios que les dio la Biblia en su propio idioma.

 

Martín Lutero dijo lo siguiente sobre la Biblia:

 

No es un milagro pequeño cómo Dios preservó y protegió durante tanto tiempo este Libro; porque el diablo y el mundo han sido sus arduos enemigos…no perdamos la Biblia, sino leámosla y prediquémosla con diligencia, en el temor e invocación de Dios… ¡Oh! Qué cosa tan grande y gloriosa es tener ante uno la Palabra de Dios. (Seleccionado de “Conversaciones de Sobremesa de Martín Lutero” traducido por William Hazlitt).

 

 

LA BIBLIA EN INGLÉS

 

Wycliffe

 

John Wycliffe (conocido como “la estrella de la mañana de la Reforma”, nació alrededor de 1324) fue la primera persona que tradujo la Biblia completa al idioma inglés. Esto sucedió en 1382, más de cien años antes de que la Reforma comenzara en Alemania. Wycliffe quería dar al pueblo de habla inglés la Biblia en su propio idioma. El creía que era un Libro que debía ser estudiado por TODOS LOS CRISTIANOS. El vio claramente que la Palabra de Dios era el indispensable pan de vida y que debía ser vertido al idioma del pueblo y que debía darse a conocer en todo lugar como las buenas nuevas de salvación de Dios. El creía que el sentido llano de la Biblia podía ser percibido por simplemente tomar el texto en forma literal. El creía que cada sílaba del Antiguo y Nuevo Testamento era absolutamente cierta. “Si algún error parece encontrarse en ellos, el error se debe a la ignorancia humana. No debemos creer nada que no se encuentre en este libro y nada debe agregarse a sus enseñanzas” (Schaff, History of the Christian Church, Vol. VI, p. 340).

 

Wycliffe pensaba que privar de la Biblia al común del pueblo era un gran pecado. Debía hacerse todo esfuerzo para dar a conocer las Escrituras en el idioma materno. Los ingleses necesitaban tener la Biblia en inglés.

 

El tradujo la Biblia de la Vulgata latina, no de los idiomas originales de hebreo (Antiguo Testamento) y griego (Nuevo Testamento). El tradujo muy exactamente del latín, pero si la traducción latina era deficiente o contenía errores, el problema se transmitiría a la traducción inglesa. Esto no era error de Wycliffe, sino error de la traducción que estaba usando. El Nuevo Testamento fue completado en 1382. Gran parte del Antiguo Testamento fue hecho por su amigo Nicolás de Hereford, pero Wycliffe también hizo parte del trabajo, terminándolo al menos un año antes de su muerte en 1384.

 

Puesto que la máquina de imprimir aún no había sido inventada y estas Biblias tenían que ser copiadas a mano, hubo que invertir mucho tiempo y esfuerzo en su producción. Algunas de estas copias eran de tamaño bolsillo y estaban destinadas a la gente común y para el uso diario. Eran muy costosas, porque los copistas demoraban meses en producir una copia. Las Biblias de Wycliffe eran buscadas ansiosamente por gente espiritualmente hambrienta, pero pocos podían darse el lujo de tener personalmente su propia copia. Algunas personas estaban dispuestas a pagar grandes sumas para leer por una o dos horas las Escrituras. Foxe cuenta que se pagó con una gran carretonada de heno el arriendo de solo el Nuevo Testamento por una hora diaria. [Si la Biblia no estuviera disponible, ¿Cuánto estaríamos dispuestos a pagar para que nos prestaran la Biblia por solo una hora diaria?] La Palabra de Dios era muy apreciada en aquellos días.

 

Wycliffe murió de un ataque de parálisis en 1384. En 1414 fue prohibido leer la Escrituras inglesas y los que eran sorprendidos leyendo la Biblia en inglés podían perder sus tierras, sus posesiones y aun sus vidas. El Concilio de la Iglesia de Constanza declaró que Wycliffe era un hereje y este pronunciamiento se hizo después de que ya estaba muerto. El único crimen de Wycliffe era que él quería poner la Biblia en las manos y en las mentes del pueblo inglés. En 1428, más de 40 años después de su muerte, sus huesos fueron desenterrados y sus restos fueron quemados y sus cenizas fueron lanzadas al río Severn. Por supuesto que esto no molestó ni dañó a Wycliffe, porque cuando hicieron esto con sus restos mortales, él estaba con el Señor (ver Filipenses 1:23 y 2 Corintios 5:8). Tal como las cenizas de Wycliffe fueron llevadas por el río al océano, así también sus enseñanzas fueron dispersadas y difundidas por todo el mundo.

 

Muchas copias de la Biblia de Wycliffe fueron confiscadas y quemadas y sin duda que muchas perecieron por accidente y negligencia durante los siguientes 500 años. Las 170 copias que han sobrevivido hasta este día, tienen que ser solo una pequeña fracción del número total copiadas originalmente cuidadosa y laboriosamente a mano.

 

Los escritos de Juan Hus, el reformador bohemio, por los cuales fue acusado y quemado en la hoguera, se deben en gran parte a traducciones y adaptaciones de folletos, tratados y sermones de John Wycliffe.

 

En la Dieta de Worms en 1521, Martín Lutero fue acusado de renovar los errores de Wycliffe y Hus al hacer de las Escrituras su autoridad final. En la biblioteca de Praga, Checoslovaquia, hay una tríada de medallones. El primer medallón muestra la figura de Wycliffe sacando chispas de una piedra; el segundo medallón muestra a Juan Hus encendiendo un fuego con las chispas; y el tercero presenta a Lutero sosteniendo en alto una antorcha ardiendo. Estos medallones cuentan en forma simbólica la historia de la Reforma como comenzó, continuó y se cristalizó bajo la influencia de un inglés, un bohemio y un alemán.

 

En 1984 fue el aniversario 600 de la muerte de Wycliffe.

 

Tyndale

 

El siguiente nombre importante que hemos de recordar en conexión con la Biblia en inglés es William Tyndale, que nació en 1494. El ha sido llamado “el padre de la Biblia en inglés.” El lugar de su nacimiento (Gloucestershire) era una fortaleza Católica romana. Este lugar alardeaba de una de las reliquias más valoradas de la Iglesia, una redoma que, decían, contenía algo de la verdadera sangre de Cristo. Esta reliquia era tan estimada, que los sacerdotes decían a los fieles que bastaba con que ellos la miraran para que se les concediese la salvación eterna. Es lamentable que la gente confíe en estas inservibles reliquias en vez de confiar en el Cristo vivo quien “P___________ S_____________ perpetuamente a los que por él se acercan a Dios” (Hebreos 7:25).

 

La persecución en Inglaterra era tan grande que Tyndale tuvo que hacer su trabajo de traducción en Alemania. El tradujo la Biblia del hebreo y griego original. Un contemporáneo suyo escribió, “El (Tyndale) era tan versado en siete idiomas—hebreo, griego, latín, italiano, español, inglés y francés—que cualquiera de ellos que hablara, tú pensarías que es su lengua nativa.” El también fue influenciado por la excelente traducción alemana de Martín Lutero. Hizo un excelente trabajo, aunque no vivió lo suficiente como para completar todo el Antiguo Testamento. La pasión del corazón de Tyndale era poner la Biblia en el idioma del hombre común. En 1523 expresó esta carga de su corazón: “que lo pobres también puedan ver y leer la simple y sencilla Palabra de Dios.” En 1522 un erudito sacerdote católico romano le dijo, “es mejor estar sin la ley de Dios que sin la del Papa.” [Qué lamentable que este sacerdote valorara más las palabras del Papa que la Palabra de Dios.] Tyndale le contestó, “Si Dios me concede vida, haré que antes de muchos años un muchacho que maneja el arado sepa más de las Escrituras que tú.” Esta profecía se cumplió realmente, para gloria y alabanza de Dios.

 

En 1524 Tyndale viajó a Alemania para nunca regresar a Inglaterra. Nunca se casó y nunca tuvo un hogar. Amenazas contra su vida impidieron que regresara a su amada patria. Tyndale pudo aprovechar una nueva tecnología conocida como la imprenta, una ventaja que Wycliffe no tuvo. Su Biblia fue impresa en Alemania en dos tamaños—una Biblia con letras grandes y una Biblia con letras pequeñas. Tyndale pensaba que si los obispos católicos encontraban las grandes, él aún podría esconder las chicas. Estas Biblias fueron llevadas de “contrabando” a Inglaterra—en barriles cubiertos de géneros y otros artículos para la venta, en fardos que parecían telas, en sacos de harina, en todas las maneras imaginables para esconderlas. Grandes cantidades de estas Biblias llegaron a Inglaterra, pero los obispos católicos pronto descubrieron que eran vendidas. Todos los puertos fueron vigilados y muchos bultos con Biblias fueron descubiertos y quemados por los oficiales. Sin embargo no pudieron encontrarlas todas ni quemarlas todas y algunas de estas Biblias llegaron a la gente que realmente las quería leer.

 

Finalmente, el obispo católico de Londres decidió comprar por medio de un comerciante en Alemania todas las copias que habían sido impresas. Entonces ya no llegarían más Biblias a través del canal. Lo que ignoraba, era que el mercader era un amigo de Tyndale. Este amigo se dio cuenta que esta era una manera de ayudar a Tyndale. En este momento, Tyndale necesitaba con urgencia dinero para pagar a sus impresores por el trabajo que habían hecho y también para mandar a imprimir más Biblias. El obispo católico pagó un muy buen precio por las Biblias, para poder quemarlas todas. El obispo católico pensaba que una vez que quemara todas esas Biblias, nunca más habría otra Biblia en inglés. Imaginen cómo se sentiría cuando se dio cuenta que estaban llegando a Inglaterra más Biblias que nunca antes y en tantas cantidades que los oficiales no podían contenerlas. Se sintió especialmente impactado cuando supo que su propio dinero había sido usado para imprimir estas Biblias.

 

Tyndale anhelaba regresar a Inglaterra, su amada patria, pero él sabía que allá tenía demasiados enemigos que querían matarlo, de modo que se quedó en Alemania. La vida de Tyndale era un modelo de vida santa. Incluso Sir Tomás Moore, uno de los aciagos enemigos de Tyndale, admitió lo siguiente sobre la vida de Tyndale:

 

“Fue un hombre de un buen y recto vivir, estudioso y muy versado en las Escrituras y fue muy querido en diversos lugares de Inglaterra e hizo mucho bien predicando…fue considerado un hombre de una vida sobria y honesta y se veía y predicaba santamente.”

 

El Señor Jesús fue traicionado por un hombre que se suponía era su amigo y lo mismo sucedió a Tyndale. El “Judas” de Tyndale fue un hombre llamado Phillips, un hombre en quien Tyndale confiaba, creyendo que era fiel y leal. Pero Phillips era un espía enviado por el papa para atrapar a Tyndale. Un atardecer, cuando Tyndale salió de su hogar para tomar aire fresco un grupo de hombres lo apresó, lo ataron y lo llevaron a una oscura prisión.

 

En 1536 Tyndale fue estrangulado hasta morir y su cuerpo fue quemado. Murió a la temprana edad de 42 años. Su gran crimen fue poner la Palabra de Dios en inglés en las manos del mundo de habla inglesa. Pudieron encarcelar a Tyndale y matarlo, pero “la Palabra de Dios no está presa” (2 Timoteo 2:9), y la obra de toda de la vida de Tyndale, la Biblia que tradujo, no pudo matarse o destruirse. Se dice que las últimas palabras que dijo fueron estas: “Señor, abre los ojos del Rey de Inglaterra.” Menos de un año después del martirio de Tyndale, una edición de toda la Biblia, basada mayormente en la obra de Tyndale, pero sin su nombre, circulaba y era leída abiertamente en Inglaterra con el permiso del rey, de modo que la oración de Tyndale,  que dijo  en sus últimos momentos, estaba siendo contestada. Menos de cien años después, el Rey de Inglaterra, Jacobo I respaldó y apoyó una nueva traducción (o revisión) de la Biblia que es conocida como la Biblia King James. La influencia de Tyndale sobre la Biblia King James es importante, puesto que gran parte de la versión King James (90%) está redactada tal como lo había hecho Tyndale. La traducción de Tyndale está entretejida en la trama misma de la versión King James. Nosotros, los que hablamos inglés, tenemos una gran deuda con Tyndale y la obra que hizo aun a costa de su vida. Desde el siglo dieciséis hasta el siglo veintiuno el muchacho  campesino ha tenido la Palabra de Dios en inglés.

 

 

En los días de Tyndale la iglesia católica inglesa tenía en efecto una ley que castigaba con pena de muerte el crimen de traducir la Biblia al inglés. Un día, en 1519, las autoridades eclesiásticas quemaron públicamente a una mujer y seis hombres por nada menos que enseñar a sus hijos la versión inglesa del Padrenuestro, los Diez Mandamientos y el Credo Apostólico.

 

 

 

¿Estás agradecido por la Biblia que tienes en tus manos y por el precio que pagaron algunos hombres para que pudieras tenerla?

 

 

Un suceso que contribuyó fuertemente en la propagación de la Biblia fue la invención de la imprenta. Fue en 1455 que Johannes Gutenberg imprimió su primera obra importante, una edición de la Vulgata latina, que ahora es llamada la Biblia Mazarina.

 

 

 

La Biblias Inglesas antes de la Versión King James

 

 

 

1) The Coverdale Bible (la Biblia Coverdale)-(1535). Esta fue la primera Biblia completa en inglés. Coverdale terminó la obre de Tyndale.

 

2) The Great Bible (La Biblia Grande)-(1539). Esta Biblia fue llamada “grande” porque era un libro grande, para ser puesto en el atril o púlpito de la iglesia. Esta fue la primera Biblia en inglés autorizada (autorizada significa que estaba aprobada por el rey y la iglesia para ser usada en el culto público, de modo que llegó a ser la Biblia oficial de la iglesia).

 

3) The Geneva Bible (La Biblia Génova)-(1560). Esta fue una Biblia muy popular y fue muy querida por el pueblo inglés. Era una excelente traducción. Esta Biblia nunca fue autorizada para ser usada en la iglesia, pero fue usada ampliamente en el hogar. Esta fue la Biblia de Shakespeare y de los Padres Peregrinos que llegaron a América. También fue la Biblia de Cromwell (general y estadista inglés). Fue la base de la Biblia del Soldado de Cromwell. También fue la traducción que usó John Bunyan, el autor de El Progreso del Peregrino. El Rey Jacobo no tenía una opinión favorable de esta Biblia. El esperaba que su traducción la reemplazara. En la Biblia Génova había una nota al margen en Éxodo 1:9 indicando que las parteras hebreas habían hecho lo correcto al desobedecer las órdenes del rey de Egipto. Al Rey Jacobo, que pensaba que era muy importante que todos obedecieran al rey, no le agradaba esta nota marginal y estimaba que podía ser una amenaza política para su reino.

 

4) The Bishop’s Bible (La Biblia del Obispo)—(1568). Esta fue la segunda Biblia autorizada en inglés y fue la Biblia que se usó en las iglesias. Sin embargo, esta Biblia nunca fue tan popular como la Geneva Bible. No era la intención de que la Biblia King James fuera una nueva traducción, sino que fuera una revisión de la Bishop’s Bible.

 

5) The Rheims-Douay Bible (1582-1610). Esta fue la primera Biblia Católica Romana traducida al inglés (traducida de la Vulgata Latina).

 

LA VERSIÓN KING JAMES

 

El Rey Jacobo I auspició un proyecto de traducción de la Biblia para tener otra Biblia autorizada oficial para usar en las iglesias. El Rey quería que fuera una revisión De la Bishop’s Bible, aunque los traductores usaron todas las Biblias inglesas anteriores, como también el original griego y hebreo para hacer su trabajo. En este proyecto trabajaron 47 eruditos y demoraron casi tres años en completarlo. La Biblia autorizada King James fue publicada finalmente en 1611.

 

Al principio, la Biblia Génova siguió siendo la más popular, pero gradualmente la gente comenzó a usar cada vez más la versión King James. Muchos estarán de acuerdo en que esta es la mejor traducción que se ha hecho en inglés y ha sido la Biblia más popular y la más querida en el mundo de habla inglesa por más de 350 años. Es realmente una obra maestra. La Biblia King James sigue siendo de uso común en muchas iglesias creyentes en la Biblia hasta el día de hoy.

 

Traducciones Inglesas Modernas

 

 

En los últimos cien años ha habido una gran cantidad de traducciones de la Biblia. Daremos una lista de las más influyentes. Esta lista no significa que recomendamos o aprobamos estas traducciones de la Biblia. Ver el Capítulo 4 que analiza algunos de los problemas con las traducciones modernas. Estas traducciones están mencionadas en orden cronológico:

Revised Version (England) - RV - 1881-1885
American Standard Version - ASV - 1901
Revised Standard Version - RSV - 1952, una revisión de la American Standard Version
Amplified Bible - AB - 1965
New English Bible - NEB – 1970, incluye los Apócrifos
Living Bible-LB -1971, una versión parafraseada
Today’s English Versión – TEV-1976-a.k.a. Good News Bible
New American Standard Version - NAS - 1977
New International Version - NIV - 1978
New World Translation - NWT - 1984  (hecha por los Testigos de Jehová)
New American Bible - NAB - 1987, incluye los Apócrifos (una Biblia católica)
New Revised Standard Version - NRS - 1989, la revisión autorizada de Revised Standard Version
New King James Version - NKJ - 1990
The Message - TM - 1993, a.k.a. Nuevo Testamento en inglés contemporáneo
The New Living Translation - NLT - 1996
English Standard Version - ESV - 2001, una revisión de la Revised Standard Version
Holman Christian Standard Bible - 2004
Today's New International Version - TNIV - 2005


 

 

LA BIBLIA EN ESPAÑOL

 

La Biblia Reina Valera

CASIODORO DE REINA

Casiodoro de Reina (1520-1594) era natural de Montemolín, municipio de la provincia de Badajoz.

Casiodoro había ingresado en el monasterio jerónimo de San Isidoro del Campo en Sevilla; este convento se había transformado en un foco del "luteranismo", hasta el punto de atraer sobre sí la atención de la Inquisición. El Nuevo Testamento de Juan Pérez de Pineda y otras obras protestantes, traídas de contrabando por el valeroso Julianillo Hernández, eran el alimento cotidiano de los frailes de aquel convento.

 

Huida a Francfort

De hecho, Casiodoro se había transformado en el guía espiritual de aquel lugar e incluso del grupo seglar simpatizante de las doctrinas de la Reforma en la ciudad de Sevilla. Pero ante la represión desatada que culmina con el auto de fe de 1559, Casiodoro y otros compañeros, entre los que estará Cipriano de Valera, huyen a Ginebra.

Sin embargo, lo que ve en Ginebra no es de su agrado: la condena de Servet y la rigidez imperante le llegan a hacer decir que Ginebra se ha convertido en una nueva Roma, tras lo cual decide marcharse a Francfort, uniéndose a la iglesia de habla francesa.

En Inglaterra

Cuando Isabel I asciende al trono de Inglaterra, Casiodoro se encamina hacia allá, encontrándose a otros españoles que huyen de la persecución en España y siendo elegido pastor de la congregación de habla española. En 1562 solicita a la reina se les conceda el uso de una iglesia para sus cultos, petición que será atendida, pues se les concede el uso de la iglesia de Santa María de Hargs.

 

Traducción de la Biblia

Es durante su estancia en Inglaterra que comienza su trabajo para la traducción de la Biblia en lengua castellana, haciendo indagaciones incluso acerca de un impresor dispuesto a asumir los riesgos de dicha empresa. Ante las maquinaciones de Felipe II y las querellas de que es objeto en Inglaterra por parte de los dirigentes de la congregación de habla francesa, Casiodoro vuelve al continente a la ciudad de Amberes. Tras un breve período, vuelve otra vez a la ciudad que le dio asilo cuando salió de España: Francfort.

Aquí de nuevo reanuda sus trabajos sobre la traducción de la Biblia al castellano, terminando todo el Antiguo Testamento en 1567. En Basilea traduce el Nuevo Testamento e imprime la Biblia entera en 1569; se trata de la primera traducción de la Biblia al castellano a partir del hebreo y del griego. La financiación de esta Biblia, llamada del Oso por el dibujo que en ella aparece, fue posible, además de a su propio esfuerzo y dinero, al legado que le dejara para este fin Juan Pérez de Pineda, traductor de un Nuevo Testamento unos años antes, y a la ayuda de sus amigos de Francfort. Precisamente esta ciudad le concede la ciudadanía en 1573.

Legitimidad de la traducción

Decir que Casiodoro de Reina es un convencido de la necesidad de que la Biblia esté al alcance del pueblo, es decir una obviedad. Cuando sus enemigos aluden al abuso que se puede cometer por el mal uso de las Escrituras en lengua vernácula, Casiodoro replica que sería como si:

"El rey o el príncipe, que porque ay muchos que usan mal del pan, del agua o del vino, del fuego, de la luz, y de las otras cosas necesarias a la vida humana, o las prohibiese del todo, o hiciese del estanco de ellas que no diesen si no muy caras, y con grande escasez."

Obra maestra

Doce años, según él mismo nos dice le llevó terminar esta obra, para la cual hasta un autor tan anti-protestante como Menéndez Pelayo tiene palabras de alabanza y honor.

Autor peligroso

Casiodoro murió en Francfort en 1594. La Inquisición lo quemó en efigie en el auto de fe celebrado en Sevilla en 1562 y sus escritos fueron puestos en el Índice de Libros Prohibidos.

La versión Reina Valera ha tenido varias revisiones:

 

  1. Reina-Valera Antigua Versión 1569
  2. Reina-Valera Revisión 1862
  3. Reina-Valera Revisión 1909
  4. Reina-Valera Revisión1960
  5. Reina-Valera Revisión 1995
  6. Reina-Valera Actualizada

 

 

 

PREGUNTAS PARA MEDITAR

 

 

 

1.

 

Hoy día en América la Biblia no es muy cara y se pueden obtener copias con facilidad y la gente no es perseguida por leerla. ¿Es valiosa y preciosa la Biblia hoy para el común de la gente? ¿Por qué o por qué no?

 

 

2.

 

¿Hay en el día de hoy algunos países donde a la gente no se les permite tener Biblias?

 

 

3.

 

¿Hay algunas personas hoy que no tienen la Biblia en su propio lenguaje, porque nunca ha sido traducida a su lengua nativa?

 

 

4.

 

¿Debería una persona ser cuidadosa con su Biblia y con cómo trata la Biblia? ¿Debería ser tratada con reverencia? ¿Debería ser tratada como cualquier otro libro?

 

 

5.

 

¿Es posible que algún día se nos quite la libertad de poseer y leer la Biblia?

Si repentinamente todas las Biblias fuesen quitadas y destruidas, ¿cuánto de la Palabra de Dios hemos guardado en nuestras mentes y corazones?

 

 

 

“Siglos sigue a siglo—Allí permanece.

Imperios suben y caen y son olvidados—Allí permanece.

Reyes son coronados y destronados—Allí permanece.

Predomina, supera, sobrepasa, sobresale, excede y sobrevive a todos los demás libros.

Confía en ella, ámala, obedécela y la vida eterna será tuya.”

 

-Dr. A. Z. Conrad

 

 

La Biblia permanece y nosotros creemos en ella.