¿Fue un Fraude la Resurrección?
Advertencia: Lo siguiente fue
escrito por Charles (Chuck) Colson, ex ayudante del Presidente Richard Nixon
(recordado como el “hatchet man” (persona contratada por un superior para llevar
a cabo tareas desagradables). Fue sentenciado a prisión como resultado de su
participación en el encubrimiento en el caso Watergate. El uso de lo siguiente
no significa un respaldo a Charles Colson o a su ministerio, pero el argumento
que presenta en cuanto a la resurrección de Cristo es acertado.
¿Un Vil Fraude?
(Comentario del 29 de Marzo 2002 en Break
Point)
Ha llegado a ser la manera más segura de
recibir atención durante la Semana Santa: asegurar que la resurrección de
Cristo fue un tremendo fraude.
La última demandante es una investigadora
llamada Suzanne Marie Olsson. Ella dice que está convencida de haber encontrado
el lugar de descanso final de Jesús—en un santuario musulmán en la India.
Olsson quiere que el cuerpo sea exhumado y que sea sometido a algunos exámenes
de DNA. Dice que comprobar el origen del cuerpo “resolverá la tremenda
controversia” sobre la identidad de los despojos.
No contenga el aliento, señora Olsson. La gente
ha tratado de “resolver la tremenda controversia” durante como dos mil años.
He sido desafiado varias veces en cuanto a la
resurrección. Mi respuesta siempre ha sido que los discípulos y otras
quinientas personas dieron testimonio ocular de haber visto a Jesús, resucitado
de la tumba. Pero luego me preguntan, “¿Cómo sabe que ellos estaban diciendo la
verdad? Quizás estaban fraguando un tremendo fraude.”
Mi respuesta a eso proviene de una fuente
inverosímil: Watergate.
Watergate incluyó una conspiración para
encubrir, respaldado por los ayudantes más cercanos del Presidente de los
Estados Unidos, al hombre más poderoso de América, que eran inmensamente leales
a su presidente. Pero uno de ellos, John Dean, cambió el testimonio público, es
decir, testificó en contra de Nixon, “para salvar su pellejo” como lo expresó-y
lo dijo solo dos semanas después de informar al presidente sobre lo que estaba
ocurriendo - ¡dos semanas! El real encubrimiento, la mentira, solo pudo
sostenerse durante dos semanas y luego todo el mundo se cambió de carro para
salvarse. Ahora, es un hecho que todo lo estaban enfrentando los que rodeaban
al presidente era vergüenza y quizás prisión. No peligraba la vida de nadie.
Pero, ¿qué de los discípulos? Doce hombres
impotentes, en realidad campesinos, no estaban enfrentando solamente vergüenza
o desgracia política, sino azotes, apedreamiento, ejecución. Cada uno de los
discípulos insistieron, hasta su último aliento, que ellos habían visto a Jesús
resucitado de los muertos corporalmente.
¿No crees que uno de esos discípulos se hubiese
quebrado antes de ser apedreado o de que le cortaran la cabeza? ¿Qué uno de
ellos hubiese hecho un trato con las autoridades? Ninguno lo hizo.
Verás, los hombres entregarán sus vidas por
algo que ellos creen que es verdad – nunca entregarán sus vidas por algo que saben
que es falso.
El encubrimiento de Watergate revela la
verdadera naturaleza de la humanidad. Aún los partidarios acérrimos en el
pináculo del poder querrán, cuando la situación se vuelve amenazante, salvar su
propio pellejo, incluso a expensas de aquellos a quienes ellos profesaban
servir tan lealmente. Pero los apóstoles no podían negar a Jesús, porque lo
habían visto cara a cara, y ellos sabían que ÉL había resucitado.
¡No! Puedes creer a un experto en
encubrimientos- yo viví Watergate- que nada menos que un Cristo resucitado
podía ser la causa de que esos hombres mantuvieran hasta su último respiro que
Jesús está vivo y que es Señor. Dos mil años después, nada menos que el poder
del Cristo resucitado puede inspirar a los cristianos alrededor del mundo a
permanecer fieles- a pesar de prisión, tortura y muerte.
Jesús es Señor: este es el mensaje estremecedor
de la Semana Santa. Y es un hecho histórico, un hecho establecido
convincentemente por la evidencia, y uno por el cual puedes arriesgar tu vida.
Adelante, investigadores—remuevan todas las antiguas sepulturas que quieran. No
cambiarán nada. ÉL ha resucitado.