CAPÍTULO  9

 

BUENAS NUEVAS PARA EL

 

PUEBLO JUDÍO

 

 

 

 

 

Nuestro Amor por los Judíos

 

 

TRASFONDO HISTÓRICO

 

 

Hace miles de años Dios escogió a una nación para ÉL: “El Señor te ha _________________ para que le seas un pueblo único de entre todas los _______________ que están sobre la tierra” (Deuteronomio 14:2). Esta era la nación especial de Dios—la nación de Israel.

 

Israel estaba rodeado por naciones que adoraban ídolos y dioses falsos, fabricados por sus propias manos. En medio de esta confusión religiosa, Dios quería que Su nación escogida Israel fuera Su testigo (Isaías 43:10-12) y que señalara claramente al único verdadero Dios: “Oye Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová _________ es” (Deuteronomio 6:4).

 

Dios dio mucho a esta nación (ver Romanos 9:4-5). ÉL adoptó a la nación y dijo, “Israel es mi _________” (Éxodo 4:22). Por medio de Moisés ÉL dio al pueblo judío la ley y los Diez Mandamientos (Deuteronomio 4:8). ÉL les dio grandes y maravillosas promesas e hizo pactos (contratos obligatorios) con ellos. Dios incluso vino a morar en medio de esta nación—primero en el tabernáculo y luego en el templo. Ninguna otra nación podía decir, “El Dios vivo mora en medio nuestro.” La rica bendición de Dios estaba sobre este pueblo.

 

Al paso de los siglos, la nación comenzó a apartarse de Dios. El reino de Israel estaba unido bajo Saúl, David y Salomón, pero después de la muerte de Salomón se dividió en dos partes: 1) el reino del norte de Israel (con su capital en Samaria); 2) el reino del sur de Judá (con su capital en Jerusalén). Los reyes del reino del norte eran muy malvados y alejaron de Dios a la nación. Después de alrededor de 200 años Dios juzgó al reino del norte de Israel permitiendo que el ejército asirio conquistara la tierra llevándose cautivo al pueblo.

 

El reino del sur tuvo algunos reyes buenos y piadosos (como Asa, Josafat, Ezequías y Josías), pero incluso el reino del sur Judá aumentaba en maldad y era infiel al Señor. Finalmente, después de alrededor de 350 años, Dios juzgó al reino del sur de Judá permitiendo que el rey Nabucodonosor de Babilonia viniera y conquistara la tierra llevándose cautivo al pueblo. Fue en este tiempo que la ciudad de Jerusalén y el gran templo de Salomón fueron destruidos.

 

 

 

Años antes Dios había dicho a los hijos de Israel que la obediencia tendría como resultado la bendición (Deuteronomio 28:1-2) y les advirtió que la desobediencia tendría como resultado la maldición y el juicio (Deuteronomio 28:15-16).

 

Después de estar cautivos en Babilonia durante 70 años, Ciro (el rey de Persia) autorizó a los judíos para regresar al país de Palestina. Regresaron miles de judíos y el templo fue reconstruido y más tarde también fueron reconstruidos los muros de la ciudad. Los judíos, al menos un pequeño remanente de ellos, estaban nuevamente en la tierra prometida.

 

Como 400 años después, el pueblo judío fue visitado por su propio Mesías y Salvador, el Señor Jesucristo. ÉL vino a Su propio pueblo, pero ¿le recibió Su pueblo (Juan 1:11)? ______ ¿Querían ellos que ÉL fuese coronado como su Rey y Señor y Salvador (Mateo 27:21-23)? ______ Algunos de los judíos creyeron en Cristo (como Pablo y Pedro y Juan y Santiago y muchos otros), pero la mayoría de los judíos rechazaron a Aquél a quien Dios había enviado para salvarlos.

 

El Señor es lento para la ira y ÉL no juzgó de inmediato a la nación de Israel. De hecho, Dios dio a conocer bondadosamente las buenas nuevas de salvación primeramente a los judíos (Romanos 1:16; Hechos 2:5; 3:26). Dios, en Su gracia incomparable, se dirigió a la misma nación que había crucificado a Su Hijo.

 

Cuando Pablo, durante sus viajes misioneros llegaba a una ciudad, normalmente se dirigía  primero a la sinagoga (Hechos 13:14; 14:1; 17:1; 17:10; 18:4; 18:19; etc.) para predicar el evangelio al pueblo judío. Muchas veces eran los judíos incrédulos los que más perseguían a Pablo (Hechos 13:45; 13:50; 14:2; 14:19; 17:5; 17:13). A menudo eran “enemigos” del evangelio (Romanos 11:28 y ver lo que Pablo dijo de los judíos en 1 Tesalonicenses 2:14-16).

 

Finalmente, el día de la paciencia de Dios llegó a su fin. Como 40 años después de la crucifixión de Cristo, el general romano Tito capturó y destruyó totalmente Jerusalén y el templo que estaba allí. Jesús había predicho que esto sucedería (Mateo 23:38; 24:2). Desde ese tiempo la nación de Israel ha estado sin rey, sin príncipe, sin sacrificio, sin sacerdocio y sin templo (Oseas 3:4). Por casi 2000 años el pueblo judío ha sido dispersado y perseguido a través del mundo. Durante la Segunda Guerra Mundial millones de judíos fueron ejecutados bajo Hitler y la persecución alemana.

 

En años más recientes sin embargo, ha sucedido un hecho notable en la historia judía. Ha renacido una nación (1948). Miles de judíos han estado regresando a su patria. Se está hablando nuevamente el idioma hebreo. Este pequeño país está rodeado de enemigos por todos lados, pero desde 1948 la nación de Israel ha podido sobrevivir y resistir a sus enemigos.

 

 

 

PREOCUPACIÓN POR ISRAEL

 

En Romanos 9:2 Pablo dice, “Tengo gran tristeza y continuo __________ en mi corazón.” ¿Qué es lo que causaba tristeza a Pablo? El estaba muy preocupado por sus parientes, el pueblo judío (Pablo mismo era judío). Ver Romanos 9:3-4.

 

Pablo estaba apesadumbrado porque la mayoría del pueblo judío no había reconocido a Jesús como a su Mesías. A menudo, cuando él predicaba el evangelio, muchos judíos rechazaban su mensaje. ¿Cuales eran el deseo y la oración de Pablo por Israel (Romanos 10:1)?

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Hoy día debemos tener la misma preocupación por el pueblo judío. Muchos de ellos no creen que Jesús sea el Mesías, el Salvador del mundo.

 

Hoy día el pueblo judío sigue asistiendo a sus sinagogas y las Escrituras del Antiguo Testamento les son leídas (comparar Hechos 15:21). ¿Por qué no creen en la Biblia? ¿Por qué no ven que Jesús es Aquel que Dios había prometido que vendría al mundo? ¿Por qué no entienden que todo el Antiguo Testamento es acerca de Jesús (Lucas 24:27,44)?

 

La Biblia dice que ellos no ven porque están ciegos: “el entendimiento de ellos se e___________” (2 Corintios 3:14). Hay un velo sobre su corazón (2 Corintios 3:15). ¿Hay alguna esperanza para los judíos? Sí, hay buenas nuevas para cada persona judía. Cuando una persona se vuelve al Señor de todo corazón el velo será _________________ (2 Corintios 3:16) y la persona ya no estará ciega.

 

Pablo dice en Romanos 11:25 que ha ______________________ a Israel __________________ en parte. Nótese que no es una ceguera TOTAL, sino una ceguera PARCIAL. Hoy hay algunos judíos que pueden ver muy bien. Hay algunas personas judías que han creído las buenas nuevas de salvación y que han aceptado a Cristo como el Mesías. ¿Conoces a alguna persona judía que sea cristiana?

 

Dios está hoy ocupado en salvar almas. Dios salva a todos los que invocan Su nombre (Romanos 10:13), incluso a los judíos (Romanos 10:12). Dios se deleita en salvar pecadores, sean estos pecadores judíos o pecadores gentiles.

 

 

 

DEUDORES A ISRAEL

 

El pueblo judío tiene hoy muchos enemigos en el mundo. Los que odian a los judíos y que están en contra de los judíos son descritos por la palabra ANTISEMITA. ¿Debe ser antisemita un cristiano? En realidad, un cristiano nacido de nuevo que entiende la Palabra de Dios debería ser uno de los mejores amigos que tiene una persona judía.

 

¿Has pensado alguna vez en lo mucho que le debemos al pueblo judío? Considera lo siguiente:

 

 

1) La Biblia fue escrita por judíos

 

Si no fuese por el pueblo judío, no tendríamos la Biblia. Dios usó a hombres judíos para escribir la Biblia. Estos “santos hombres de Dios” (ver 2 Pedro 1:21) eran judíos. Casi toda la Biblia (a excepción de los libros escritos por Lucas) fueron escritos por judíos.

 

2) El pueblo judío preservó la Biblia.

 

Es un milagro que un libro tan antiguo como la Biblia haya sido preservado a través de los siglos. Dios usó al pueblo judío de una manera especial para preservar la Biblia. Siglo tras siglo, los escribas judíos copiaron la Biblia a mano (antes de que hubiera imprentas). Si no hubiese sido por esas labores, hoy no tendríamos el Antiguo Testamento.

 

3) Los grandes héroes de la Biblia eran judíos.

 

Los grandes hombres de la fe, de los cuales leemos en la Biblia, eran judíos: Abraham (el padre del pueblo judío), Isaac, Jacob, José, Moisés, Josué, Samuel, David, Elías, Eliseo, Isaías, Daniel, Mateo, Juan, Pedro, Esteban, Pablo, etc. Hemos aprendido mucho de la vida de estos hombres, y todos ellos eran judíos.

 

4) El Señor Jesucristo era judío

 

El Salvador mismo era Judío. Su madre María era judía. La Biblia dice, “la salvación viene de los ____________” (Juan 4:22). El hombre más grande que jamás ha vivido—nuestro Dios y Salvador—era un judío (Romanos 9:5).

 

 

¿ES JESÚS REALMENTE EL MESÍAS?

 

La primera vez que Pablo fue a la ciudad de Tesalónica, pasó tres sábados mostrándoles por las Escrituras del Antiguo Testamento que Jesús era el Mesías (ver Hechos 17:2-3). Tal como hizo Pablo, debemos poder abrir la Biblia y mostrar a nuestros amigos judíos que Jesús es el Mesías, Aquel que las Escrituras del Antiguo Testamento prometieron que vendría al mundo.

 

¿QUIÉN ES EL MESÍAS?

 

¿CÓMO PODEMOS RECONOCERLO?

 

¿CUÁNDO VENDRÁ?

 

 

1. Tenía que ser de la tribu de Judá: “No será quitado el cetro de Judá, ni el legislador de entre sus pies, hasta que venga Siloh (el Mesías)” (Génesis 49:10).

 

2. Tenía que ser de la casa de David: “Lo dilatado de Su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino” (Isaías 9:7). Los judíos sabían que el Mesías sería el “hijo de David” (ver Mateo 22:42).

 

3. Tenía que ser Dios: “Se llamará Su nombre…Dios fuerte” (Isaías 9:6).

 

4. Tenía que nacer de una virgen: “He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará Su nombre Emanuel” (Isaías 7:14).

 

5. Tenía que nacer en Belén: “Pero tú, _________ Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel” (Miqueas 5:2).

 

6. Tenía que hacer milagros asombrosos: “Entonces los ojos de los ciegos serán _____________, y los oídos de los sordos se abrirán. Entonces el cojo _______________ como un ciervo, y ________________ la lengua del mudo” (Isaías 35:5-6).

 

7. Tenía que morir: “Y después de las sesenta y dos semanas se ________________ la vida al Mesías” (Daniel 9:26).  

 

8. Sus manos y pies tenían que ser horadados: “H_________________ mis manos y mis _________ (Salmo 22:16 y comparar con Zacarías 12:10).

 

9. Tenía que morir por los pecados del hombre: “Mas ÉL herido fue por ______________ rebeliones, molido por ______________ pecados” (Isaías 53:5 y ver también vs. 6,8,10).

 

10. Tenía que levantarse nuevamente de los muertos: “Porque no dejarás mi alma en el Seol, ni permitirás que Tu Santo vea corrupción” (Salmo 16:10). El Antiguo Testamento dice claramente que el Mesías vivirá y reinará para siempre jamás (ver Isaías 9:7 y Daniel 7:14). El Antiguo Testamento también dice que el Mesías moriría (Daniel 9:26). ¿Cómo puede un Mesías muerto vivir y reinar para siempre jamás? Esta es una pregunta que realmente confundía a los judíos en los días en que Jesús caminaba sobre esta tierra (ver Juan 12:32-34). La única respuesta es que Dios tenía que levantarlo de los muertos. Esta es la única manera en que un Mesías muerto puede vivir y reinar para siempre.

 

¿QUIÉN ES EL MESÍAS?

 

¿LE HAS RECONOCIDO?

 

Pedro dijo en una oportunidad a Jesús, “Tú eres el C__________ (el MESÍAS), el Hijo del Dios viviente” (Mateo 16:16). Nuestro deseo y nuestra oración es que las personas judías que conocemos puedan reconocerle a ÉL como el Mesías y Salvador.

 

 

UN MARAVILLOSO FUTURO PARA ISRAEL

 

Cuando Cristo vino a la tierra la primera vez, la nación de Israel lo rechazó (Juan 1:11). Cuando Cristo venga a la tierra por segunda vez, la nación lo recibirá (Zacarías 12:10) y la nación será perdonada y será salva (ver Romanos 11:26-27).

 

Dios no ha desechado a Su pueblo Israel (Romanos 11:1). ÉL les tiene reservado un maravilloso futuro. De acuerdo con Jeremías 31:37 Dios nunca quebrantará las promesas que ÉL hizo a los judíos y ÉL nunca desechará a la nación de Israel, a menos que el hombre pueda hacer una de dos cosas:

 

1) Medir los cielos (es decir, contar todas las estrellas).

 

2) Explorar los fundamentos de la tierra (es decir, cavar hasta el centro de la tierra).

 

Estas son malas noticias para los enemigos de Israel y para todas las personas antisemitas. Si realmente quieren destruir a Israel, tienen que comenzar a construir telescopios mejores y más grandes o comenzar a cavar hoyos más profundos.

 

Los judíos son el pueblo escogido de Dios. Los profetas hebreos profetizaron de un glorioso reino sobre la tierra en el que habrá paz y gozo y justicia (leer Isaías capítulo 11 como un ejemplo de  cómo será ese reino). El futuro del pueblo judío es brillante y lleno de esperanza. Ese maravilloso futuro comienza cuando las personas judías confían en Cristo y lo reciben como su Salvador personal. Hagamos todo lo posible para presentar a Cristo claramente a nuestros amigos y vecinos judíos.