CAPITULO 4

 

LEYENDO LA PALABRA DE DIOS.

 

En el capítulo anterior estuvimos viendo 1 Pedro 2:2:”Desead la leche ____________ no adulterada, para que por ella _____________”. La Palabra de Dios y el crecimiento son dos cosas que van juntas. Tal como un bebé no puede crecer si no toma leche, así un creyente no puede crecer si no lee la Palabra de Dios. La Biblia es el alimento de Dios para el crecimiento espiritual. Si usted ha de crecer en el Señor, debe alimentarse de la Palabra de Dios.

 

En este capítulo compartiremos algunas sugerencias provechosas que pueden ayudarle a leer y entender su Biblia.

 

1. Lea regularmente.

 

Para permanecer sanos, la mayoría de nosotros tenemos tres comidas cada día. Necesitamos alimentarnos para estar sanos y crecer, y apartamos tiempo cada día para las comidas.

 

¿Cenó usted todos los días la semana pasada? ¿Tuvo su almuerzo cada día la semana pasada? ¿Las personas dicen a menudo, “he estado tan ocupada hoy día, que no he tenido tiempo para almorzar o cenar”? No, usualmente se toman el tiempo y se dan el tiempo para comer.

 

¿Cuántas veces se alimenta usted de la Palabra de Dios? ¿Una vez a la semana? ¿Dos veces a la semana? ¿Todos los días? El Señor Jesús dijo que la gente necesita más que solamente pan para vivir. ¿Qué otra cosa necesita el hombre para vivir (Mateo 4:4)? _____________________. ¿Que clase de alimento era el que más disfrutaba Job (Job 23:12)? _____________________________

 

¿Cuándo puede leer la Palabra de Dios? Uno de los lugares donde se lee la Palabra de Dios es la iglesia. Puede leer la Biblia en sus clases de Escuela Dominical y en otras clases. Durante el culto puede leer la Biblia (en silencio o en voz alta) durante la lectura bíblica. Durante el sermón puede seguir en silencio la lectura, mientras el pastor lee la Biblia en voz alta. Puede escuchar atentamente mientras el pastor explica el significado de los versículos.

 

En casa hay tiempos de lectura bíblica. Algunas familias tienen un tiempo especial en que todos se reúnen para leer la Palabra de Dios y para orar. Estas son buenas oportunidades para alimentarse de la Palabra de Dios.

 

Es importante también encontrar tiempo para leer la Biblia por usted mismo. Aparte un tiempo durante el día en que pueda sentarse y abrir su Biblia. Muchos cristianos piensan que el mejor momento para hacerlo es en la mañana, porque pueden empezar el día escuchando a Dios por medio de su Palabra. Otros disfrutan leyendo la Biblia en la tarde o antes de acostarse.  Usted necesita encontrar el tiempo que más le acomode—un tiempo de tranquilidad en que no lo molesten. Tratar de leer frente al televisor no será de mucho beneficio.

 

Adquiera el hábito de leer. Hay muchas cosas que hacemos continuamente porque estamos habituados a hacerlas. Nos vestimos y desvestimos todos los días. Nos cepillamos los dientes. Nos sentamos a la mesa para comer. Todas estas cosas las hacemos todos los días. ¿Por qué no hacemos parte de nuestra rutina diaria la lectura de la Biblia?

 

Leer regularmente (día tras día) es más importante que leer durante mucho tiempo en un día. Por ejemplo, suponga que en una semana usted leyera su Biblia el lunes durante una hora, pero el resto de la semana no leyera nada su Biblia. La semana siguiente usted lee su Biblia durante 10 minutos cada día (10 minutos cada día por siete días). ¿Durante cual semana usted ha leído más?

Qué es más sano, ¿tener una gran fiesta el lunes y no comer el resto de la semana o comer regularmente durante cada día de la semana?

 

2. Lea Pausadamente.

 

Lo importante no es cuánto usted penetra en la Palabra de Dios, sino cuánto de la Palabra de Dios penetra en usted. Es mejor leer y entender un versículo, que leer tres capítulos y no recordar nada de lo leído. Es mejor leer un poco con entendimiento, que leer mucho apresuradamente.

 

De acuerdo a 1 Corintios 14:19, Pablo prefería hablar cinco palabras con entendimiento que ____

______ palabras en lengua desconocida (idioma extraño) que no puede ser entendido. Lo mismo es cierto respecto a la lectura bíblica. Es mejor leer cinco palabras pausadamente y con cuidado, para entenderlas, que leer 10.000 palabras apresuradamente sin entender lo que se ha leído.

 

Dos ejemplos de preciosas verdades de la Palabra de Dios que consisten de solo cinco palabras:

 

1 Corintios 15:3

1.      Cristo

2.      murió

3.      por

4.      nuestros

5.      pecados.

 

Hebreos 13:5

1.      No

2.      te

3.      dejaré,

4.      ni te

5.      desampararé

 

 

Por lo tanto, al leer su Biblia, tómese tiempo, lea lentamente y si no ha entendido lo leído, retroceda y lea nuevamente. Si sigue sin entender, entonces continúe leyendo, porque hay muchas cosas en la Biblia que no se entienden la primera vez. Trate siempre de entender lo más que pueda. Si tiene problemas para entender, pregunte a sus padres o a su pastor o a su maestro de escuela dominical.

 

3. Lea desde el Principio hasta el Fin.

 

Muchas personas no saben donde empezar a leer la Biblia, de modo que usan el método del azar. Esto es decir, “Señor, muéstrame lo que tu quieres que yo lea” y luego abren la Biblia y empiezan a leer dondequiera se abrió la Biblia. A veces el Señor bendice este método, pero no es la mejor manera de leer.

 

Para mostrarle lo peligroso que puede ser el método del azar, considere la siguiente historia graciosa:

 

Un hombre utilizó en una ocasión el método del azar. El primer versículo que encontró fue Mateo 27:5, que dice que Judas “salió y fue y ____ ______________”. Como no sabía como aplicar este versículo a sí mismo, pasó a otro pasaje y la Biblia se abrió en Lucas 10:37:”Entonces Jesús le dijo: vé y ______ ____ ____ ___________”. Como usted se puede imaginar, el hombre estaba muy perturbado y no sabía como podría obedecer esto, de modo que probó suerte una vez más. Nuevamente la Biblia fue abierta y, para su horror, su dedo cayó en Juan 13:27, “Entonces Jesús le dijo: lo que vas a hacer, _________ _____ ____________”.  Como puede ver, el método del azar puede causar que la persona reciba de la Biblia el mensaje equivocado.

 

Cuando usted lee un libro o una historia corta, ¿dónde empieza a leer? ¿En la mitad? ¿Al final? ¿Al principio? Usualmente cuando comenzamos a leer algo, empezamos por el principio y seguimos leyendo hasta llegar al final. Leemos las cartas de la misma manera—empezamos al principio y leemos en el mismo orden en que fue escrita. Al leer la Palabra de Dios, hágalo de la misma manera. Escoja primero el libro que quiera leer. ¿Cuántos libros hay en la Biblia entre los cuales puede escoger? ______. Comience entonces desde el capítulo 1 y continúe hasta llegar al final. Por ejemplo, cuando Pablo escribió a los filipenses, el no empezó con el capítulo 3 y luego el capítulo 2 y luego el capítulo 4 para terminar con el capítulo 1. El escribió primero el capítulo 1, luego el 2, luego el 3 y concluyó finalmente con el capítulo 4. Si escribió el libro de Filipenses de esta manera, ¿no deberíamos leerlo así también?

 

4. Lea Cuidadosamente.

 

Ponga mucha atención a cada palabra. Sea un buen DETECTIVE y vea lo que puede descubrir. No pase por alto ningún detalle. A veces no descubrimos lo que Dios nos está diciendo, porque no logramos ver lo que está ante nuestros ojos. Sea también cuidadoso para no permitir que su mente empiece a divagar mientras lee (para comprobar esto, siempre debe preguntarse a sí mismo, ¿qué es lo que acabo de leer?).

 

Cuando lea la Palabra de Dios, hágalo igual como cuando come pescado. Si llega a un versículo que no puede entender, no bote el Libro. Usted no botaría su plato de pescado porque se encontró con una espina. Simplemente déjelo a un lado y siga leyendo, tal como seguiría comiendo. Cuando vuelva a leerlo, (quizás años más tarde), algunas declaraciones que usted pensaba eran espinas, ahora las podrá comer y digerir y entender.

 

5. Lea Inquisitivamente (Haciendo Preguntas).

 

Mientras más preguntas haga, más respuestas recibirá y entenderá mejor lo que está leyendo.

 

                 “Tengo seis hombres fuertes y fieles:

                  QUIÉN, QUÉ, DÓNDE, CÓMO, PORQUÉ y CUÁNDO.

                  Los uso cuando leo el Libro de Dios.

                  Me ayudan a tener una mejor visión”.

 

Veamos como podemos usar a estos seis hombres para que nos ayuden a entender mejor la Biblia. Lea Lucas 15:3-7. ¿QUIÉN dijo esta parábola? ¿QUÉ estaba perdida? ¿DÓNDE habrá gozo? ¿CÓMO celebró el pastor el haber encontrado a su oveja? ¿POR QUÉ habrá gozo en el cielo? ¿CUÁNDO reunió el pastor a sus amigos y vecinos?

 

Lea Génesis 37:29-34. ¿Puede pensar en preguntas relacionadas con el pasaje sobre QUIÉN, QUÉ, DÓNDE, CÓMO; POR QUÉ y CUANDO?

 

Hay otras preguntas que se pueden hacer cuando leemos la Palabra de Dios. Aquí hay algunas:

 

  1. ¿Hay algún mandamiento que obedecer?
  2. ¿Hay alguna promesa en la cual creer?
  3. ¿Hay algún buen ejemplo para seguir?
  4. ¿Hay algún pecado que evitar?
  5. ¿Hay algo por lo cual dar gracias al Señor?
  6. ¿Aprendo algo acerca de Dios en este párrafo? (quién y cómo es ÉL).
  7. ¿Aprendo algo acerca del hombre (y, por lo tanto, acerca de mí) en este pasaje?
  8. ¿Aprendo algo acerca de mis enemigos- el mundo, la carne y el diablo?

 

 

Lea Filipenses capítulo 4 y vea si puede encontrar respuesta a alguna de estas preguntas.

 

 

6. Lea con Amor.

 

La Biblia es la CARTA de AMOR de Dios para usted. Es el mensaje personal de Dios para usted.

 

La mayoría de las personas disfruta recibir cartas. Cuando recibe una carta, ¿cómo la lee? ¿La lee con cuidado? ¿Disfruta leyéndola? ¿Lee cada palabra de ella? ¿La lee más de una vez? ¿Cuenta a otros acerca de lo que dice la carta? ¿Piensa acerca de ella durante el día? ¿Trata de recordar lo que decía la carta? DEBEMOS LEER LA BIBLIA DE ESTA MANERA.

 

7. Lea con Oración.

 

El Espíritu Santo es nuestro Maestro cuando leemos la Biblia. El Autor de la Biblia está a nuestro lado para ayudarnos a entender cuando leemos. ¿Quién es el único que puede ayudarnos a entender la Biblia (2 Timoteo 2:7)? __________________________

 

Siempre es bueno orar antes de leer. Salmo 119:18 es un buen ejemplo de oración para orar. Que Dios abra nuestros ojos para ver cosas maravillosas en Su Libro.

 

8. Comparta lo que ha leído.

 

No sea egoísta con la verdad que usted aprende de la Palabra de Dios. Compártale con otros. Cuente a otros lo que ha estado aprendiendo en su tiempo de lectura bíblica. Compartir con los demás, le ayudará a recordar lo que ha aprendido. Comunique a otros.

 

9. Medite en Ella.

 

Tal  como una vaca rumia su alimento una y otra vez, necesitamos meditar en las cosas que hemos aprendido durante nuestra lectura. Pregúntese durante el día, “¿Qué aprendí el domingo en la Escuela Dominical? ¿Qué aprendí del mensaje del pastor? ¿Qué aprendí de las Escrituras que mi familia leyó anoche? ¿Qué aprendí de mi lectura bíblica de esta mañana?” Esto le ayudará a recordar las cosas que ha estado leyendo.

 

¿Cuántas veces quiere Dios que meditemos en Su Palabra (Salmo 1:2 y Salmo 119:97)? _______

___________________________.

 

 

10. Viva de acuerdo a ello.

 

La Biblia dice que no hemos de ser solo __________ de la Palabra, sino también _____________

de la Palabra (Santiago 1:22). De modo que no solo debemos ser LECTORES de la Palabra, sino también HACEDORES de lo que hemos leído.

 

Debemos vivir de acuerdo a la Palabra de Dios y hacer lo que dice. La Palabra de Dios no nos hace bien a menos que la pongamos en práctica y la pongamos por obra. A medida que lee la Palabra de Dios, pregúntese, “¿CÓMO PUEDO PONER EN PRÁCTICA LAS COSAS QUE HE LEÍDO EN LA PALABRA DE DIOS?”

 

 

 

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