CAPÍTULO  13

 

Encarando los Problemas

 

El Papel y la Mancha

La Pared y el Agujero de Ratón

 

Dios nos ha dado instrucciones específicas sobre como tratar con las dificultades de la vida. Todos los creyentes están rodeados por personas, lugares, eventos, situaciones y problemas. Al vivir y movernos en medio de personas y problemas, Dios nos ha dicho qué debemos hacer. En 1 Timoteo 2:1 leemos que se hagan R_______________, O_______________, P_______________

y acciones de gracias por todos los hombres.

 

  1. ROGATIVAS (súplicas) —oración específica para una necesidad específica. Me acerco al Señor reconociendo mi NECESIDAD y mi INSUFICIENCIA. Mi propia fuerza y mi sabiduría y mis recursos no son suficientes. Necesito al Señor Jesús. ÉL es suficiente para cualquier situación.

 

  1. ORACIONES—acercarse a Dios en oración y dándose cuenta de QUIÉN ES ÉL. Envuelve conciencia de Dios y dependencia de Dios. Envuelve estar consciente de la Persona y de la Presencia de Dios y darle a Él la reverencia y el respeto que Él demanda. El creyente debe estar siempre consciente de Dios, y no debe dejar a Dios fuera de sus pensamientos.

 

  1. PETICIONES (intercesiones) —acercarse a Dios con libertad y confianza. El creyente puede entrar en la santa presencia de Dios y encontrarse con Dios con toda libertad y confianza, sin temor. En medio de los problemas y presiones de la vida, puedo encontrarme con un Dios amante y sabio. “Para ésto (cualquiera sea el problema o dificultad que yo esté enfrentando) tengo a Jesús y Él me tiene a mí”.

 

En vez de acudir a Dios con nuestro problema, dejamos muchas veces que el problema nos agarre y nos atrape. Tal como en un tornado, permitimos que el problema nos absorba y nos sentimos abrumados por él. Llegamos a estar demasiado y excesivamente preocupados por alguien (padre, amigo, novia, profesor), por un lugar (hogar, trabajo, colegio) o por algo (examen, enfermedad, un problema en el hogar, la pérdida de un amigo, etc.). Todos nuestros esfuerzos y energías están concentrados y enfocados en ese problema y descuidamos la situación total.

 

Toma una hoja de papel blanco y pone en ella una pequeña mancha de tinta:

 

 

                                                                                      

                                                                                  

 

Es muy fácil ver la mancha sobre el papel blanco. Se destaca. Si lo levantaras en alto y le preguntaras a alguien, “¿Qué ves?”, probablemente te diría, “Veo una mancha de tinta”. Pero el punto es sólo una pequeña parte del esa hoja de papel. Hay mucho más que solo esa mancha. El problema es que tendemos a ver sólo el punto y nada más, y el pequeño punto se nos vuelve cada vez más grande.

 

¿Cuantos alumnos hay en tu clase de inglés? ¿En todo tu colegio? ¿Cómo se compara esto (en términos de porcentaje) con toda la población del mundo (Cuántos millones? _______)? ¿No es este número una pequeña partícula comparada con el todo?

 

¿Hay un problema en tu casa con tu familia? ¿Cuántos hogares y familias hay en el mundo? ¿Te dijeron una palabra poco amable hoy día? ¿Cómo se compara eso con todas las palabras que se dicen alrededor del mundo? ¿Te dieron una mirada de pocos amigos? ¿Qué es eso comparado con las muchas miradas desagradables en el mundo? Cuando empezamos a ver todo el cuadro, nuestro pequeño problema no es más que una pequeña mancha.

 

El problema es que con mucha facilidad quedo absorto en YO, MÍ y MI MISMO, que se me olvida que hay algo más que YO, MI y MI MISMO. Siempre es “mi escuela, mi clase, mi tarea, mi profesor, mis padres, mi abuela, mi jabón, mi cama, mi llamada telefónica, mi viaje en automóvil, mi_____________ y mi_______________”. El mundo es más que solamente YO. Es GRANDE e INMENSO y tú no eres más que una pequeña, diminuta, microscópica partícula. En vez de mirar una sola pieza del puzzle, tenemos que aprender a ver el CUADRO ENTERO, que se compone de miles de piezas.

 

Por ejemplo, puedes recibir una llamada telefónica que a ti te parece ser el suceso más importante del mundo. Esta llamada telefónica ocupa por completo tu mente de modo que no hay lugar para otra cosa. No puedes pensar en otra cosa y pierdes la perspectiva. Todo el mundo llega a ser UNA GRAN LLAMADA TELEFÓNICA. Si alguien preguntara, “¿Qué ha sucedido hoy en el mundo?” responderías inmediatamente “RECIBÍ UNA LLAMADA TELEFÓNICA”. Un suceso intrascendente (comparado con el todo) ha llegado a ser un evento importante y esa llamada telefónica es lo único que ves. Todo el tiempo estamos haciendo esto con diferentes cosas.

 

Otra manera de ver esto es pensando en un pequeño agujero de ratón en la pared:

 

 

 

Una persona llega a estar demasiado preocupada y molesta por ese agujero y pronto esa es la única parte de la pared que ve. Mientras más mira y observa (continua mirando) tanto más grande se vuelve el agujero, y el pequeño ratón se vuelve más y más GRANDE. Pierde su perspectiva y mientras más se acerca al ratón, tanto más grande se vuelve el ratón (UN ROEDOR GIGANTE). Además, mientras más acerca su ojo al agujero, pronto no ve más que el agujero y un ratón “gigante”. Ha perdido de vista el todo y el problema (la llamada telefónica o lo que sea) ha adquirido dimensiones gigantescas.

¿Qué debo hacer ahora que estoy enfrentado a un gigantesco ratón? ¿Debo tratar de luchar con él? ¿Debo caer ante él con temor? ¿Debe retroceder ante el ratón y fugarme (huir de mi problema)? Cuando retrocedo y me aparto, entonces…

  1. Pierdo mi confianza en Dios. Mi problema se ha vuelto muy grande y mi Dios ha llegado a ser muy pequeño.

 

  1. Pierdo la confesión de mis labios. Ya no puedo decir, “Para esto tengo a Jesús”. No está en mis labios y no está en mi corazón. Todo lo que puedo decir es, “Mi problema me tiene agarrado”.

 

  1. Pierdo mi paz y mi gozo. En cambio me angustio y temo.

 

  1. Mi salud física podría sufrir, porque hasta mi sistema físico puede ser afectado por cómo manejo o fallo en manejar mis problemas.

 

Dios quiere que enfrentemos la realidad y que resolvamos los problemas. El punto en el papel y el agujero de ratón en la pared (y el ratón en la pared), son muy reales y deben ser enfrentados. Pero es peligroso cuando nos acercamos demasiado al problema y perdemos la perspectiva y fallamos en ver todo el cuadro. Mi vida toda no es una llamada telefónica, o un profesor, un examen, un billete de veinte dólares, un fin de semana, etc. Mi situación, problema, evento o crisis es solo una pequeña parte de mi vida.

 

Muchas veces un evento pasa en el tiempo pero no en la mente. No podemos o no queremos dejar de pensar en eso y así no estamos preparados para el próximo suceso. Un niño enterró su gato muerto y luego iba cada día a desenterrarlo para ver cómo seguía. Muchas veces hacemos otro tanto con los eventos y problemas de ayer.

 

La Biblia nos da varios ejemplos de gente que equivocadamente se concentró en una sola cosa:

 

1) Ver 1 Reyes 21:1-13. ¿En cuál pedazo de tierra estaba concentrado el rey Acab?

__________________________________ Como rey, él tenía muchas posesiones y privilegios. ¿Estaba bien que él codiciara este pedazo de tierra? _____ El perdió de vista todas sus demás posesiones y estuvo muy D_______________ (v.5) por causa de esta propiedad, que era lo único en lo que pensaba. ¿Su malvada esposa llegó con un plan? _____ ¿Qué mala acción fue hecha para resolver este problema (v.10, 13)? ____________________________________________

 

2) Ver 2 Samuel 12:1-6. Considera al hombre rico de la historia de Natán. ¿Poseía este hombre gran cantidad de ovejas y corderos? _____ Cuando se presentó la necesidad de proveer carne  para su huésped, ¿en cuál cordero puso su mirada? _____________________________ ¿De qué manera egoísta proveyó para su invitado? ________________________________________

 

3) Ver Génesis 3:1-6. Cuando Eva fue tentada en el jardín, ¿en qué se concentró?

__________________________________________ ¿Quería la serpiente que ella se concentrara en esa sola cosa? ______ A la luz de Génesis 2:16, ¿Eva perdió de vista todos los demás árboles del jardín? _____ Supongamos que a un joven se le dijera que puede practicar toda clase de deportes, menos remar. ¿Sería sabio que este joven pensara en el deporte que no puede practicar, en vez de apreciar los muchos deportes que sí puede practicar? ______ ¿Conoces a personas que se molestan por las cosas que están prohibidas, en vez de disfrutar de las muchas cosas que pueden hacer libremente?

 

4) Ver Jueces 16:4-21. ¿Estaba Sansón muy concentrado en una mujer? _____ ¿Le fue esto un problema? _____ ¿Puede la gente hoy concentrarse demasiado en otra persona y meterse así en problemas?

 

5) Ver Génesis 25:27-34. Después que Esaú regresara del campo, ¿cuál era su enfoque principal? ___________________________________________ ¿Qué deseaba más que cualquier otra cosa? __________________________________________ ¿Puede algo parecernos muy importante en un momento y luego nos damos cuenta de que no era tan importante?

¿Cuál debe ser la UNA COSA que debe ser nuestro principal enfoque?

 

 

Ver Salmo 27:4

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Ver Filipenses 3:13

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La Solución:

 

 

1.      No debo perder de vista el principal propósito y programa de Dios. (SU obra y SU obrar total). No pierdas tu visión total. No permitas que el punto lo sea todo. En lo posible, trata de ver toda la pared, no solamente el agujero de ratón y el ratón. Trata de ver todo el cuadro, no solamente una pieza del puzzle, porque una pieza sola no hace ningún sentido. Mira el evento como solamente un evento entre millones de eventos. Mira a la persona como solamente una persona entre millones de personas. Mira el lugar como solamente uno entre millones de lugares. Contempla el cielo y contempla los campos y te darás cuenta que lo que Dios está haciendo es mucho más vasto que TÚ. Se trata de todo el mundo, de todo el universo y de toda la eternidad. Permanece en sintonía y en armonía con Dios y con lo que ÉL está haciendo.

 

2.      No debo perder de vista que Dios está tratando con mi propio corazón. El Dios que se preocupa de todo el mundo y de todo el universo y de toda la eternidad, también se preocupa de mi de una manera muy personal (ver Mateo 10:29-31). El Dios que tiene todas las piezas del puzzle, también tiene mi pieza. Dios tiene un motivo para la mancha, para la persona, para el problema y para el evento.

 

3.      No debo peder de vista que Dios trata con otras personas por medio de mí. Mi pequeña pieza de puzzle toca a varias otras piezas. Cuando por aquí y por allá interactúo con otras personas, Dios quiere tratar con otros por medio de mí.

 

Considera Mateo 8:23-27. Qué desea más el hombre, ¿calmar el mar o calmar el corazón? _______________________________ Muchas veces queremos que Dios solucione los problemas exteriores, pero no los problemas en el interior. Quiero que Dios cambie a mi profesor o a mi amigo, pero no a mí. Quiero que Dios arregle el trabajo y el problema, pero no mi propio corazón. Quiero que Dios cuide todo en lo exterior para que yo (con aguas agitadas en el interior) pueda vivir en un mar en calma pero con un corazón turbado. Nótese Mateo 8:24. ¿Había un mar en calma? _____ ¿Había un corazón angustiado? ______

 

Considera también Lucas 10:38-42. Marta tenía un punto y un agujero de ratón. Todo lo que podía ver era esa mancha. ¡La cena era tan importante! Si esta cena no resultaba bien, todo estaría perdido. Jesús le dijo (en esencia), “No Marta, hay algo mucho más importante que la comida. Esta comida no es tan importante. ¡YO SOY IMPORTANTE! Sé como María, que ha quitado sus ojos del punto y tiene sus oídos abiertos para MÍ”.

 

 

 

¡MI GRAN DIOS ES

 

MUY CAPAZ DE

 

CUIDAR DE ESE PEQUEÑO RATÓN!

 

 

 

¿Es Dios más grande que cualquier problema que puedas tener?

 

 

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