CAPÍTULO 4
El Problema de la Ira
¡AIRÁOS!
¡Mas NO
PEQUÉIS!
(Efesios 4:26)
Todos
enfrentamos el problema del enojo pecaminoso. Todos sabemos lo que es perder
nuestro temperamento, perder los estribos y encolerizarse con otros. A veces explotamos
o nos consumimos interiormente con amargura y resentimiento. La Biblia enseña
que la ira o el enojo es una de las “obras de la _____________” (producida por
nuestra vieja naturaleza pecaminosa—Gálatas 5:19-20). De modo que Dios dice al
creyente lo que debe hacer con el enojo pecaminoso:
“DEJAD
e_________ c___________” (Colosenses 3:8)
“QUÍTENSE
d____ v_____________” (Efesios 4:31)
Por
cierto, el libro de Proverbios tiene mucho que decir en cuanto al enojo
pecaminoso (ver Proverbios 14:17, 29; 15:18; 19:11, 22:24-25; 29:22). Santiago
nos dice que hemos de ser…
(ver Santiago
1:19)
PRONTO (RÁPIDO) PARA _______
TARDO PARA _____________ (ver Proverbios 29:20)
TARDO PARA _____________
Santiago
1:20 nos da el motivo:
El
hombre se enoja con facilidad; pero
Dios
es ___________ ___________ ____ ______ (Salmo 103:8).
¿Explotas o te Consumes?
El enojo
se expresa de diferentes maneras.
1)
ALGUNAS PERSONAS TIENDEN A EXPLOTAR
Muchas
personas son como un volcán vivo y activo- tienden a estallar y explotar (al estilo
del Volcán Vesubio o el Monte Santa Elena). Ellos dejan que salga todo, y el
humo y la lava salen a borbotones. Los que viven cerca o alrededor de la
erupción, tienen que sufrir los perniciosos efectos del temperamento y enojo
pecaminosos del hombre. Cuando se permite que la ira EXPLOTE, hiere y destruye
principalmente a OTROS (aunque la
persona que explota también sufre daño, tal como cuando se dispara con un arma
a otro, a menudo se produce una fuerte repercusión).
2)
ALGUNAS PERSONAS TIENDEN A CONSUMIRSE
El enojo
pecaminoso también se manifiesta de una manera menos obvia, pero no menos
perjudicial. Algunos guardan el enojo en su interior, permitiendo que esta
fuerte emoción arda y hierva lentamente. Cuando la guardan en el interior, la
amargura y el resentimiento comienzan a bullir. Un enojo que hierve en el
interior es tan pecaminoso como el enojo que explota. La diferencia está en que
el enojo que hierve en el interior perjudica y destruye principalmente a UNO
MISMO (aunque los demás serán ciertamente afectados por la amargura y el
resentimiento).
“¡No Puedo Controlar Mi Temperamento!”
Si
puedes. Lo haces todo el tiempo. Considera ésto:
La señora Jones pierde la paciencia y comienza a gritarles a los
hijos. El señor Jones, que está tratando de leer un
documento, finalmente ya no soporta más. Estalla violentamente contra ambos, su
esposa y los hijos. Repentinamente, en medio de este estallido, suena el timbre
y es el Pastor Smith que ha pasado a visitarlos. El
señor y la señora Jones van a la puerta y con una
cálida sonrisa
dicen,
“Pastor Smith, ¡qué bueno verle!”
¿Ves lo
que hicieron? Controlaron de inmediato su temperamento (porque no querían que
su Pastor entrara en su casa y viera dos volcanes en actividad). Si podemos
controlar nuestra ira de una manera tan carnal, cuánto más podrá el Espíritu de
Dios controlar esta fuerte emoción para la gloria de
Dios, si tan solo se lo permitimos.
¿Es Siempre Pecaminosa la Ira?
Anteriormente
en estos estudios hemos visto que la
preocupación (estar preocupados y tener cuidado de nuestra relación con
Cristo), el temor (el temor de Dios)
y la duda (ser suspicaz por si
alguien nos quiere engañar) pueden ser sanas y útiles respuestas emocionales,
tal como Dios quería que fuesen. Lo que normalmente es considerado un VICIO
puede llegar a ser una VIRTUD si es usado legítimamente de acuerdo con la
Palabra de Dios.
Lo mismo
sucede con la IRA. El Señor ha dado al hombre la capacidad emocional de ESTAR
ENOJADO, y esta fuerte emoción tenía originalmente el propósito de ser una ayuda
y no un perjuicio. La ira puede ser una
emoción apropiada y útil. Sí, hay algo como una IRA SANA, SANTA Y JUSTA
(llamada a veces una “justa indignación”).
El Enojo Sano, Santo y Justo
1) Dios se enoja
“Dios está
_______________ con el impío ____________ los __________” (Salmo 7:11). Dios
siempre está airado contra el pecado.
2) A veces el Señor Jesús está enojado
Considera
los siguientes pasajes y discurre por qué estaba enojado el Señor Jesús:
a.
Marcos 3:5 (comparar Mateo 12:10-12—estos líderes religiosos tenían más
compasión
por un animal que por
un ser humano).
b.
Marcos 10:14
c.
Marcos 11:15-17 (comparar Juan 2:13-17)
d.
Mateo 16:21-23
e.
Mateo 18:6-7
f.
Mateo 23:13-33
g.
Apocalipsis 2:6, 15
h.
Apocalipsis 19:15-16
3) El Espíritu Santo a veces causa que los
hombres se enciendan en ira (1 Samuel 11:6)
4) Dios manda al creyente a
“A_____________” (Efesios 4:26)
Advertencia: El Señor
sabe que, por la debilidad de los hombres, una ira justa puede con facilidad
volverse una ira pecaminosa, de modo que agrega las palabras, “mas no
____________” (Efesios 4:6). Es fácil para nosotros enojarnos por cosas
indebidas o enojarnos por cosas debidas, pero por razones equivocadas. Si tu
enojo pecaminoso ha lastimado a alguien, no vayas a la cama hasta haber
arreglado el problema a la manera de Dios (antes de que existiera la luz
eléctrica, la gente se acostaba cuando se ponía el sol).
Cuando
consideres a las siguientes personas y su enojo, decide si su enojo era
PECAMINOSO (indicando una “P”) o JUSTO (indicado por una “J”):
Deut. 1:37; Salmo 106:33)
¿con quién debería haberse enojado realmente?)
¡El Enojo Utilizado Para la Gloria de Dios y
Para el Bien del Hombre!
El enojo
debería ser una fuerza muy constructiva (no
destructiva) en nuestras vidas. Es una emoción fuerte y esta fuerza puede ser
usada de maneras buenas y provechosas. Dios es glorificado cuando nos enojamos de
manera debida y por los motivos debidos.
“Estallar”
y “hervir” nunca ha solucionado ningún problema y tampoco ha ayudado a ninguna
persona. Cuando estallamos o hervimos, estamos dirigiendo toda nuestra energía
contra los demás o contra nosotros mismos de una manera destructiva y nuestro
problema solo empeora. ¡Cuánto mejor es dirigir esa energía y usar esa energía
para atacar y resolver el problema! ¡Por qué no aprovechar toda esa energía y
hacer un buen uso de ella!
¿Estoy
enojado por el pecado en mi propia vida? ¿Estoy enojado por las maneras
pecaminosas en que he tratado a mi familia y a quienes amo? ¿Estoy usando toda
mi energía en arreglar las cosas con el Señor y con los demás?
DEJA DE ESTAR ENOJADO CON LOS DEMÁS Y CON DIOS.
ENÓJATE CONTIGO MISMO DE LA MANERA DEBIDA.
“Tú eres el hombre”
(ver 2 Samuel 12:1-9)